Si bien, con un dólar fortalecido y bajos precios del petróleo, el consumo interno de los estadounidenses tiene todo para aumentar, la reciente subida de la tasa de interés puede complicar un poco este crecimiento.

Consumo

El consumo podría definir el crecimiento del mundo en 2016

El consumo de los hogares permite crecer muchos países en un mundo agobiado por la incertidumbre y la desaceleración. Sin embargo, hay peligros reales sobre cómo mantener este nuevo motor del crecimiento.

25 de diciembre de 2015

El año 2014 fue testigo de un punto de inflexión entre una época de crecimiento que daba fe en la recuperación del mundo desarrollado y el final de una exitosa época de bonanza para el emergente. Un año más tarde, el mundo en su totalidad afirma estar en dificultades para retomar la senda del crecimiento sostenido.

Es un hecho, el crecimiento mundial no ha sido precisamente espectacular, pero al menos es estable. De los 18 países más grandes económicamente, 2 están en recesión (Brasil y Rusia) y tres se han desacelerado respecto al trimestre anterior. Cabe resaltar que la gran mayoría está por debajo del 2%.

Como afirma James Pomeroy de HSBC "El crecimiento global se mantiene estable, impulsado por el consumo."
Sin embargo, es esta estabilidad la que preocupa más ya que todo parece indicar que el gasto de los hogares corre peligro.

Lenta recuperación para el mundo desarrollado

"Los consumidores de los países desarrollados están disfrutando de los bajos precios de las materias primas. La confianza de los consumidores sigue siendo elevada en muchos países. El consumo global sigue impulsando el crecimiento", agregó Pomeroy.

Pero, ¿son duraderos estos indicadores de estabilidad? Por un lado las tasas de inflación en el mundo desarrollado siguen sin repuntar. En el caso de Estados Unidos, aunque ya no está en negativo (0,502% en noviembre), la reciente decisión de la Reserva Federal (FED) al alzar las tasas de intervención puede ralentizar el efecto de repunte visto en los últimos meses.

Además, el Banco Central Europeo (BCE) ha sido menos efectivo de lo esperado al aplicar su política monetaria expansiva, lo que hasta el momento deja a gran parte de los países europeos con inflaciones por debajo del 1% o en negativo.

Además, la producción industrial tanto en Estados Unidos como en la Eurozona se desaceleró en septiembre.

Si bien, con un dólar fortalecido y bajos precios del petróleo, el consumo interno de los estadounidenses tiene todo para aumentar, la reciente subida de la tasa de interés puede complicar un poco este crecimiento.

También, hay que tener en cuenta que el crecimiento de los salarios reales está estancado en el mundo, especialmente en los países desarrollados. Y por si fuera poco, el Foro Económico Mundial advierte sobre un debilitamiento de la clase media norteamericana.

Con todo esto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera un crecimiento de 2,6% para Estados Unidos en 2015 y de 1,5% para la Eurozona. Japón podría llegar a 0,6% y Canadá al 1%.

¿Y los países emergentes?

Dos regiones: América Latina y el Sudeste Asiático definirán gran parte del crecimiento del mundo en los próximos años.

Según el Banco Mundial, los países emergentes ya representan el 40% de la economía global y siguen creciendo en participación, especialmente gracias a China e India.
Estas dos naciones dominan el consumo de las materias primas en el mundo y su demanda determinará los precios de algunos commodities.

En el caso de China, querer ser una economía basada en su consumo interno dejó como resultado su desaceleración que es una de las razones por las que la demanda de petróleo y del carbón no repunta. India por su parte, crece a tasas superiores a las de su vecino y aún no es evidente el riesgo de desaceleración. Para el subcontinente indio, la presión demográfica puede ser un gran indicador de un potencial aumento en la demanda.

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Cabe destacar que India puede ser la nueva China y empujar el consumo de materias primas, especialmente de América Latina. Sin embargo, este proceso es lento, afirma el FMI.

La historia en América Latina es diferente. La caída de los precios de la mayoría de sus exportaciones ha jugado en contra de sus balanzas comerciales y todo parece indicar que también tiene en jaque su salud fiscal y la reducción de los ingresos provenientes de regalías por commodities.

Brasil, antaño el motor regional, ve junto a Mercosur un crecimiento negativo. En el otro extremo, la Alianza del Pacifico encabezada por México y una sobresaliente Colombia esperan ser el motor latinoamericano en los próximos años.

En la actualidad, los países latinoamericanos y gran parte de los emergentes no crecen gracias al comercio exterior como lo hacían antes. Es el consumo de los hogares quien le está permitiendo mantenerse a flote en un escenario de incertidumbre mundial. Sin embargo, las altas tasas de inflación y la subida de las tasas de interés ponen en riesgo a este motor del crecimiento.

Cepal ya afirmó que la región crecerá solo el 0,2% el próximo año. De continuar la devaluación de las monedas, la inflación obligaría a los bancos centrales a seguir aumentando las tasas, y como parece indicar la producción petrolera actual, el 2016 será un año difícil para el consumo mundial.