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Economía

Obama busca reformar y poner en cintura a Wall Street

El presidente de Estados Unidos llamó al Congreso estadounidense a respaldar sus esfuerzos para aprobar una nueva y estricta supervisión a la industria financiera, diciendo que la pérdida de US$2.000 millones en las operaciones de JPMorgan evidenciaba la necesidad de mayor regulación.

20 de mayo de 2012

"Tenemos que concluir el trabajo de implementar esta reforma y empezar a aplicar estas normas", dijo Obama en su discurso semanal por radio, en el que acusó a algunas firmas en Wall Street de provocar la crisis económica del 2007 al 2009 que "trató a nuestro sistema financiero como (si fuera) un casino".

Obama dijo que los legisladores deberían "estar de parte de la reforma, no contra ella".

El presidente demócrata busca ser reelegido el 6 de noviembre y quiere mostrar que está dispuesto a tomar una postura firme contra los excesos cometidos en Wall Street, aunque sin mostrarse en contra de la inversión.

Muchos republicanos en el Congreso han atacado las reformas en Wall Street. Afirman que es rígida y poco flexible y que podría terminar desacelerando la inversión y el crecimiento económico.

Obama dijo que aunque JPMorgan tenía los recursos para manejar pérdidas de más de US$2.000 millones, bancos más pequeños podrían no haber sido capaces de hacerlo.

Agregó que sin las nuevas reformas a la industria bancaria los contribuyentes podrían volver a estar en problemas por los errores de Wall Street.

La recesión económica de la que está saliendo Estados Unidos hizo que el Gobierno tuviera que rescatar a algunas de las mayores instituciones financieras, y generó fuertes pérdidas de empleos, quiebras de empresas y ejecuciones hipotecarias.

La ley de supervisión financiera Dodd-Frank promulgada en respuesta a la crisis financiera incluía la legislación Volcker, que prohíbe que los bancos realicen apuestas especulativas en beneficio propio. Pero la norma incluye una exención sobre operaciones hechas para cubrir riesgos.

Obama dijo que apoyaba las fuerzas del libre mercado y que se necesitaba implementar algunas salvaguardias para garantizar un juego justo.

"A menos que uno dirija una institución financiera cuyo modelo de negocios esté construido sobre el engaño a los clientes o sobre hacer apuestas riesgosas que podrían dañar a la economía completa, no hay nada que temer de la reforma en Wall Street", aseveró Obama. Reuters