5 movimientos en el consumo global para el próximo año

Algo que deberán tener en cuenta las marcas el próximo año en tendencias es cuando el género se convierte en un adjetivo. De acuerdo con Forbes “el término transgénero ha logrado despertar la reflexión acerca de lo que realmente significa femenino y masculino. Y sobre la relación entre físico e identidad emocional. La androginia pasará a un segundo plano para darle paso a la identidad libre”. Noruega, está preparando la propuesta para permitir que los niños a partir de los 7 años, puedan tomar la decisión de cambiar de género legalmente, siempre y cuando los padres apoyen la iniciativa.

Unos de los principales protagonistas para el próximo año son los adultos mayores, pues con la inminente llegada de gran parte de la población a la tercera edad, tan solo para el 2050 las personas mayores de 60 años superarán a los jóvenes de 15 años de acuerdo con Forbes. La demanda de este segmento de la población será un hito en la sociedad. Se espera que en el 2018 se generen 7 millones de trabajos nuevos relacionados con trabajadores mayores.

De acuerdo con Forbes, ante una evidente disminución de la calidad de vida en las grandes ciudades con más de 8 millones a nivel mundial, cada vez más personas elegirán vivir fuera de las ciudades como medida para contrarrestar el exceso de tráfico, la contaminación, la inseguridad y el tiempo de los traslados dentro de la ciudad. Se espera que para el 2025, 136 ciudades ingresen al top de las 600 más grandes del mundo.

El 2015 no fue el mejor año para muchas economías alrededor del mundo. Se espera que durante el próximo año según Forbes, el consumo de bajo costo será la prioridad en 2016. Además gracias a la influencia de los millennials y su aprecio por las experiencias por encima de los objetos, el rol de los productos y las marcas comenzará a cambiar en la vida de las personas para buscar las mejores alternativas para el bolsillo.

Forbes asegura que el lujo ha atravesado distintas etapas. Pasamos por la sobreexposición del dinero como símbolo de status y poder, a replantear los objetos por las experiencias gracias a los millennials. El lujo no se verá vinculado al consumo de objetos, por el contrario, mostrar la riqueza se volverá más genérico y personal. Por eso se verá que cada vez más las personas guardan su privacidad como un tesoro.