Carlos Gustavo Cano, codirector del Banco de la República.

Economía

Los mal llamados “buenos tiempos”

El codirector del Banco de la República, Carlos Gustavo Cano, hizo un fuerte cuestionamiento sobre la excesiva exposición al riesgo financiero. Así mismo, propuso que la Superintendencia Financiera sea autónoma e independiente y funcione de manera similar al banco central.

26 de abril de 2012

Cano aseguró que la principal causa de las crisis ha sido la excesiva exposición al riesgo financiero, en particular durante los mal llamados ‘buenos tiempos’.

“Exposición que en los últimos 25 años se ha exacerbado por las tan festejadas y alabadas ‘revoluciones financieras’. Estas han provocado las más grandes burbujas y ‘manías’ en los mercados inmobiliario y de valores”, indicó el codirector durante la conferencia en la ceremonia de grados de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario.

Igualmente, advirtió sobre los riesgos que asumen los deudores y la posibilidad que no puedan pagarlas oportunamente.

“Los acreedores tienden entonces a exigir el pago inmediato de los créditos, lo cual obliga a los deudores a desprenderse precipitadamente de sus activos especulativos, provocando por tanto la caída abrupta de sus precios”, manifestó.

Para Cano, el surgimiento de nuevos intermediarios no bancarios con fuerte apetito por el riesgo – fondos de cobertura, fondos privados de inversión, fondos de capital de riesgo, entre otros -, constituye el más formidable reto contemporáneo para las autoridades.

Para ello, aseguró que aparte de tasas de interés, encajes y controles de capital, que deben permanecer disponibles para ser aplicados, se requieren otras herramientas de la ahora denominada regulación macro-prudencial, como requerimientos mínimos de liquidez y capital de los intermediarios; criterios sobre manejo de riesgos y diversificación de portafolios de inversión, entre otros.

"En suma, se trata, fundamentalmente, de prevenir excesos de las innovaciones financieras y crediticias; contrarrestar la formación y explosión de burbujas especulativas de los activos; y, sobretodo, de proteger a los consumidores de servicios financieros”, señala.

Aunque reconoce que Colombia puede exhibir una institucionalidad pública sólida y transparente, dice que lo deseable sería dotar a la Superintendencia Financiera de un régimen de independencia y autonomía similar al del Banco de la República, con una junta y períodos fijos tanto para sus miembros como para el superintendente.

“Mediante tales reformas, se fortalecería aún más su credibilidad pública, y la indispensable sintonía con la Junta Directiva de aquel”, manifestó.

Igualmente recordó a James Madison, el más destacado arquitecto de la constitución y de los cimientos de las instituciones públicas de Estados Unidos, quien escribió en la edición 51 del Federalist Papers: “Si los hombres fueran ángeles, ningún gobierno sería necesario. Si los ángeles gobernaran a los hombres, ningún control externo o interno sería necesario”.