José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda de Colombia y profesor de la Universidad de Columbia.

Economía

Lo mejor y lo peor del crecimiento económico colombiano

José Antonio Ocampo, Roberto Steiner y Daniel Gómez le contaron a Dinero.com lo que consideran más fuerte de la economía nacional y sus mayores debilidades. A los economistas les preocupa el crecimiento de la industria, la agricultura y las obras civiles.

25 de septiembre de 2011

 “Me parece que los aspectos más positivos son el propio ritmo de crecimiento del PIB y, especialmente, el dinamismo de la inversión”, sostiene el profesor de Economía de la Universidad de Columbia, José Antonio Ocampo, refiriéndose a los factores que le dan la mayor fortaleza al crecimiento de la producción colombiana.

En el otro lado del espectro, el economista señaló que lo más negativo de la forma en que evoluciona la economía nacional “son los efectos de la revaluación, en particular el notorio rezago de la industria y la agricultura y el mucho mayor aumento de las importaciones que de las exportaciones, que se traducirán en un déficit externo complejo si se genera una fuerte caída de los precios de productos básicos, que puede acontecer ahora en cualquier momento”.

Por su parte, el director de Fedesarrollo, Roberto Steiner, dijo que el dato que reveló el jueves el Dane, de 5,2% para el crecimiento del PIB del segundo trimestre frente al mismo período de 2010 era esperable. “No nos pareció sorprendente. Nuestra proyección para el segundo trimestre es muy similar a la observada. Los indicadores mostraban que la economía tendría también un buen desempeño pero preocupa el crecimiento de obras civiles y la baja dinámica de la agricultura”, dijo.

Un economista de la nueva generación, el columnista de Dinero.com y estudiante de doctorado de la Universidad de Chicago, Daniel Gómez, piensa que el crecimiento en la inversión de 21,1% muestra confianza y dinamismo del sector privado. “Este será un factor importante para lo que resta del año y junto con la confianza de los hogares reflejada en el crecimiento del consumo final, le da fortaleza al crecimiento del PIB de este trimestre”.

Destacó que los datos del Dane muestran que el crecimiento no solo fue impulsado por el sector minero, sino que sectores como comercio, transporte y establecimientos financieros también crecieron a tasas superiores al 5%. “El riesgo de una crisis financiera en la eurozona seguida de una recesión en Estados Unidos y Europa y una nueva caída en el comercio mundial similar a la que se vio después de la crisis de 2008 hacen del mercado interno un factor importante en las perspectivas de crecimiento para el cuarto trimestre”, afirmó.

“Una desaceleración de la economía mundial, y en particular de países importadores de nuestros productos minero-energéticos, en especial de petróleo, podría tener efectos negativos en este sector que ha jugado un papel importante en el crecimiento del año”, añadió. Por eso considera que frente a la posibilidad de presiones proteccionistas en el mundo industrializado que estará enfrentado a una recesión, “la consolidación de acceso a mercados vía tratados de libre comercio será importante para evitar una desaceleración del sector exportador”.

Finalmente, coincidió con José Antonio Ocampo en que el débil crecimiento de la industria y la agricultura fueron el lunar del crecimiento de este trimestre y dijo que subir sus tasas de crecimiento hasta las de otros sectores será un reto importante para el futuro del país.