Nuevo Estatuto Anticorrupción. Archivo Semana

Regulación

Listo manual contra carruseles, desfalcos y tráfico de influencias

El Gobierno firmó la ley del nuevo Estatuto Anticorrupción, que pretende ponerle fin a la puerta giratoria, mal manejo de anticipos de obras y usos indebidos de la plata de la salud, entre otros.

12 de julio de 2011

La nueva Ley Anticorrupción le pone fin a la denominada ‘puerta giratoria’, destacó este martes el Presidente Juan Manuel Santos, durante la sanción de la normatividad, en un evento que se cumplió en Bogotá.

“Los servidores públicos no podrán pasar de trabajar con el Estado a trabajar con empresas o entidades del sector privado con las que tuvieron relación directa o a las que supervisaron con ocasión de su cargo, por lo menos por dos años”, indicó el Jefe de Estado.

El Mandatario también subrayó otra novedad del Estatuto: “Ningún contador o revisor fiscal podrá alegar el secreto profesional para abstenerse de denunciar actos de corrupción de que conozca”. Y agregó que si se abstienen de denunciar se les cancelará la inscripción de su matrícula.

Explicó que hay una sección completa dedicada a dar instrumentos para combatir la corrupción en el sector de la seguridad social y de salud, con el objetivo que no ocurran conductas como las que hoy se investigan.

Así mismo, resaltó que el Estatuto castigará con severidad el tráfico de influencias.

“Sabemos muy bien que la corrupción tiene dos puntas: el funcionario y el particular. Por eso se sancionará ejemplarmente el tráfico de influencia de particulares”, puntualizó el Presidente Santos.  

Promocionarán ética
En su discurso el Mandatario se comprometió a asumir las riendas del gran esfuerzo que emprenden el Estado y la sociedad por la recuperación de los valores y la cultura de la legalidad.

Sobre la labor que hará el Gobierno en ese sentido, el Presidente Santos anunció que se reformulará el Programa de Modernización y Lucha contra la Corrupción, para que desde la Presidencia de la República se cuente con un sistema que coordine la política y estrategia anticorrupción, y se haga un seguimiento estricto a las actividades de control interno de las entidades públicas.

Precisamente recordó que el nuevo Estatuto define que los jefes de control interno de todas las entidades del sector central serán designados por él mismo y dependerán directamente de la Presidencia de la República.

“Tengo bien claro que asumimos una delicada responsabilidad y la ejerceremos con rigor, porque somos conscientes de que un buen control interno es sinónimo de transparencia y buen gobierno”, agregó Santos.

Así mismo, destacó que la nueva Ley crea una Comisión Nacional para la Moralización, con el propósito de implementar y asegurar el cumplimiento de las normas del estatuto y para aprobar una Política Integral del Estado contra la Corrupción.

“La Ley crea, además, una Comisión Nacional para la Moralización –que yo mismo presidiré- con la participación de los organismos de control, auditoria e investigación, y de presidentes de Altas Cortes y del poder legislativo, entre otros, para implementar y asegurarnos del cumplimiento de las normas de este estatuto y para aprobar –como dije al comienzo- una Política Integral del Estado contra la Corrupción.

“La participación del Presidente en esta Comisión es indelegable, y me complace que así sea, porque la recuperación de la ética debe ser la máxima prioridad de cualquier mandatario y del país”, subrayó el Jefe de Estado.

Adicional a esto, la normatividad contempla la creación de la Comisión Nacional Ciudadana para la Lucha contra la Corrupción “donde los ciudadanos organizados –vale decir, gremios, ONG, universidades, medios, veedurías ciudadanas, organizaciones sindicales, iglesias, entre otros- tendrán un espacio desde donde esperamos potenciar la necesaria participación ciudadana”.

Y señaló que el servidor público debe ser sinónimo de compromiso con el bien general, en una tarea que convoque a los mejores ciudadanos, a los más capaces y a los más rectos, a trabajar por su país.