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Economía

Las percepciones de Standard & Poor’s sobre la economía colombiana

Es necesaria una reforma fiscal para reemplazar los ingresos petroleros perdidos, que son cercanos a US$20.000 millones, según el presidente de Standard & Poor’s en Colombia, Rafael González.

8 de marzo de 2016

Rafael González, presidente en Colombia de la firma calificadora, explica los argumentos que tiene la agencia sobre la situación económica actual del país.

Hace un par de semanas se conoció que la firma calificadora Standard & Poor’s decidió reducir el outlook de la calificación de deuda soberana de Colombia, aunque ratificó su calificación que continúa teniendo grado de inversión.

El creciente debate sobre la necesidad y oportunidad del ajuste fiscal hace necesario darle una mirada a lo que estos analistas están pensando sobre el futuro económico de Colombia.

González señala que claramente lo que dispara la reducción del outlook es la caída en los precios del crudo que fue mucho más allá de lo que las proyecciones de todos los analistas preveían. “Ese es un golpe que deteriora el balance fiscal del país y lo lleva a una situación de más riesgo”, aseguró.

Para González es claro que esta nueva circunstancia hace urgente  una reforma fiscal para reemplazar los ingresos petroleros perdidos, que son cercanos a US$20.000 millones. El analista destacó un argumento clave: si bien, actualmente el proceso de paz no pesa en el análisis de riesgo del país, lo que el Gobierno debe tener en cuenta es cuál es el margen de maniobra, en términos de apoyo político, que le va a quedar luego de alcanzados los acuerdos. Eso será clave a la hora de aprobar una reforma tributaria. Ese es el aspecto definitivo, pues según González, hay que analizar cuál será el desgaste político en que incurrirá el gobierno para alcanzar la paz y cómo quedarán sus fuerzas en el Congreso, para sacar luego adelante el ajuste fiscal.

En nuestras propias manos

“Es claro que esta crisis es regional. La caída en los precios del petróleo y de todos los otros commodities afecta a casi todos los países. La gran diferencia será cómo afrontará cada país ese impacto y qué medidas tomará; el futuro depende de lo que cada uno haga”, aseguró.

Esto lo que pone de presente es que Colombia ya recibió el impacto externo y, al parecer dicho golpe no se llevó la estantería por delante; sin embargo, no significa que todo haya quedado resuelto. Por el contrario, lo que queda claro es que el futuro del país depende de lo que sus autoridades decidan y las medidas que diseñen para adaptarnos a las nuevas circunstancias.

Por eso es que el ajuste fiscal es clave, pues el país no va a poder reaccionar para cubrir su déficit de cuenta corriente, aumentando sus exportaciones, explicó González. De hecho, vale recordar, que en los primeros meses de este año, se sigue presentando una caída en las ventas externas del país.”El país no va a poder hacer su ajuste por el lado de las exportaciones”, señaló, pues ese proceso se demora y para que Colombia empiece a ganar nuevos mercados y así, aumentar sus volúmenes, es necesario que pase algún tiempo.

González aseguró que Standard & Poor’s mira cinco factores de riesgo para el análisis del rating soberano: el primero es la estabilidad institucional y aseguró que en este frente no hay mayores problemas, por el momento; segundo, es el análisis macro y la resiliencia o la capacidad del país para afrontar los choques externos. Aquí también sale bien librada Colombia, pues si bien ha sufrido un duro golpe por la caída de los ingresos petroleros, también es cierto que el libre movimiento del tipo de cambio ha permitido asimilar el choque; el tercero es el sector externo, donde claramente se ve la mayor parte del impacto, pues el déficit de cuenta corriente llegó a superar 6% del PIB; el quinto es el más neurálgico, pues se trata de los riesgos fiscales que ya están claramente delimitados y finalmente, está el análisis del riesgo monetario, donde hasta el momento se evidencia una enorme ortodoxia por parte del Banco de la República para realizar el ajuste necesario en las tasas de interés para enfrentar las presiones inflacionarias.

Standard & Poor’s va a continuar mirando con lupa la economía colombiana, como debe ocurrir en momentos de enorme tensión. Ojalá que los próximos pronunciamientos de la agencia sean para ratificar la calificación, porque el país hizo los ajustes necesarios para atajar la debacle. La necesidad de las reformas es clarísima y el tiempo para hacerlas sigue corriendo. El ajuste se hace cada vez más urgente.