Uno de los mayores riesgos que tiene la economía mundial está, en que haya una crisis de deuda soberana en Estados Unidos.

La globalización se reanudará en el 2010 tras un bache temporal

Un estudio de Ernst & Young y el Economist Intelligence Unit muestra las implicaciones para los negocios de un panorama económico cambiante.

2 de febrero de 2010

Un reporte presentado por la firma global de auditoría y asesoría Ernst & Young en cooperación con el Economist Intelligence Unit , EIU resalta cómo la globalización se desaceleró durante la crisis financiera y la recesión posterior. Sin embargo, mientras la economía se recupera en el 2010, el crecimiento de la globalización se reanudará, aunque a un paso más lento que en la década pasada, como predice el reporte.

Redibujando el mapa: globalización y el cambiante mundo de los negocios se basa en tres Fuentes de investigación: el Índice de Globalización (creado por EIU) que mide 60 países de acuerdo con su grado de globalización relativa a su PIB; una encuesta global con 520 ejecutivos de negocio Sénior a nivel mundial, conducida a finales de 2009; y un programa de entrevistas a profundidad con 20 ejecutivos sénior y expertos de alto nivel.

El Índice de Globalización, que se extiende desde 1995 hasta el 2010, da una visión general de cómo los motores de la globalización han evolucionado y se continuarán desarrollando. El índice tiene cinco criterios: apertura al comercio, movimientos de capital, intercambio de tecnología e ideas, movimientos laborales, e integración cultural. El peso de cada unos de los criterios fue validado por los líderes de negocios encuestados.

Globalización y crecimiento económico
James S. Turley, Chairman y CEO de Ernst & Young, comentó que “La tendencia a largo plazo hacia la globalización se ha pausado sorprendentemente en los últimos años. Los países y las corporaciones se han replegado mientras la tormenta de la recesión se termina”.

El índice mide el nivel relativo de compromiso global de un país. No mide el impacto absoluto o relativo que un país tiene en el comercio global o la economía global. Esto significa que países que tienen grandes mercados domésticos – como China, India y Estados Unidos – aparecen en la mitad de la tabla. Países pequeños que dependen en gran parte de las exportaciones y en el comercio mundial – como Singapur e Irlanda – aparecen encabezando la lista. Países más cerrados – como Irán y Venezuela – están al final de la lista.

Muchos de los mismos países que encabezaron la lista en los 1990´s aún siguen en estos puestos. En donde ha habido un cambio más significativo es en las economías emergentes que están en la segunda mitad del índice.

John Ferraro, Chief Operating Officer de Ernst & Young, explica que “A pesar de que el índice cuestiona si el grado en que un país está globalizado se correlaciona con su crecimiento subsecuente de su economía, claramente muestra que todas las más importantes economías emergentes se están volviendo más globalizadas. Adicionalmente, el contraste entre 2010 y 1995 es más mucho más significativo para algunos países más pequeños como Corea del Sur y algunos de Europa del Este como Rumania. Ambos países han visto un gran avance en estos últimos 15 años”.

¿Qué significa esto para los negocios?
La interrupción temporal de la tendencia en los últimos dos años, no altera lo significativo que serán las consecuencias de la globalización en el largo plazo para los negocios. Las compañías que tienen base en los mercados emergentes están buscando competir cada vez más con las corporaciones establecidas provenientes de los mercados desarrollados. Esta competencia está jugando un papel clave no sólo en los mercados emergentes sino también en todos los mercados Occidentales.

Turley explica que para ser un ganador en el largo plazo en este nuevo mundo globalizado, “las compañías deben repensar muchos aspectos de su estrategia global, que comprende desde la obtención de capital hasta la forma en que financian sus productos. Y mientras las compañías fortalecen, expanden y profundizan su presencia en los mercados internacionales, la necesidad de crear equipos directivos culturalmente diversos se vuelve aún más apremiante”.

Para maximizar completamente los beneficios de mercados globales más abiertos, los negocios también tendrán que hacer un esfuerzo más concertado para comprometer a los gobiernos y legisladores en otros asuntos globales como el proteccionismo, regulaciones y el comercio.

Turley concluye diciendo que “Aunque les guste o no, la globalización está aquí para quedarse y se profundizará aún más en el largo plazo. Puede ser doloroso – pero el intercambio de ideas, cultura, personas y capital es una fuerza para siempre de la cual la mayoría de la población mundial verá un resultado positivo a nivel económico.”