A tercer debate pasó la Ley de Licores que modifica la tributación de impuestos sobre los licores.

Economía

Cámara de Representantes aprobó en segundo debate la Ley de Licores

La Cámara de Representantes aprobó en segundo debate la Ley de Licores que busca ajustar las tarifas tributarias de licores nacionales y extranjeros.

27 de diciembre de 2015

A tercer debate pasó la Ley de Licores que modifica la tributación de impuestos sobre los licores, y cambia el mercado departamental para la producción de las bebidas alcohólicas del país.

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, aseguró que el proyecto de ley busca igualar la tributación de impuestos de los licores nacionales y los extranjeros, así como aumentar el recaudo para salud, deporte y educación en los departamentos, además de combatir el contrabando y la venta de licor adulterado.

Lo que quiere decir es que aumentará en un 20% las rentas de los departamentos que son los que serán beneficiados de los ingresos del impuesto al consumo de licores. A la fecha reciben aproximadamente $1,3 billones y ahora pasarán a recibir cerca de $1,7 billones.

¿En qué consiste la Ley?

El proyecto busca igualar la tributación de impuestos que los licores nacionales pagan con respecto a los extranjeros, de igual forma recaudar recursos para salud y educación.

Actualmente el impuesto para todos los licores se divide en dos: el primero, con el que se pagan $306 por grado de alcohol para licores de menos de 35 grados, el segundo, de más de 35 grados en el que se paga $502. Es decir que una botella de aguardiente pagaba más que una de champaña debido al contenido alcohólico.

En tanto, lo que regula esta ley es que el nuevo impuesto uniforma todos los licores con un tributo de $220 por grado de alcohol, y le suma 25% de impuesto sobre el precio antes de tributación. De ahí que, un licor de mayor valor y bajo contenido alcohólico se podrá medir teniendo en cuenta su precio efectivo, acabando con la inequidad y aumentando el tributo a los departamentos en un 20%.

El proyecto pasará ahora al Senado de la República y queda a 2 debates de convertirse en Ley de la República.

¿Cómo inició el proyecto de ley?

Colombia busca liberar su mercado de bebidas alcohólicas para evitar sanciones de otros países por cuenta de la protección a las licoreras departamentales. El argumento central es que en las condiciones actuales no hay una libre competencia entre estas compañías y los productores extranjeros.

En la comisión tercera de la Cámara de Representantes hay tres propuestas sobre la mesa. La primera del Ministerio de Comercio, la segunda de Cristian Moreno y la tercera de Alejandro Carlos Chacón. 

Los documentos coinciden en que los departamentos podrán elegir si ejercen o no el monopolio sobre la producción de licores destilados como aguardiente y ron. En el futuro las gobernaciones podrían contratar una maquila, otorgar permisos a empresas privadas o incluso abrir licitaciones para concesionar la producción de licor dependiendo de qué tan rentable resulte.

Otro punto en común de las propuestas es acabar con las restricciones para la distribución en las regiones. Es decir, se abriría la competencia entre los distintos productos nacionales y también habría una puja con los importados pues ya no se podrá prohibir la distribución de un producto por su zona de origen. Todos aseguran que los ingresos de las gobernaciones aumentarán una vez entren a regir los cambios. 

El punto de la discordia es la tarifa de los impuestos pues el gravamen a los licores es una de las principales fuentes de ingresos de las regiones y las modificaciones impactarán el precio de venta del producto nacional frente al importado.

Actualmente los licores tienen una tarifa distinta dependiendo del grado de alcohol y no del valor del producto. La idea el gobierno es cobrar $200 por cada grado de alcohol más el 25% del valor antes de impuestos que aplicaría para las bebidas con al menos 15 grados de alcohol. Por su parte Moreno pidió establecer una de 35% a las bebidas destiladas y 30% a las fermentadas sobre el precio de venta sugerido al público. Esto quiere decir que por primera vez se gravaría directamente a la cerveza. Finalmente Chacón sugirió una tarifa del 45% sobre los vinos y una del 90% sobre otros licores pero con la posibilidad de descontar IVA, el congresista también propuso que el recaudo del impuesto se centralice en la Dian para hacerlo más eficiente.

Por ahora una de las posibilidades más grandes es unir los tres proyectos en uno sólo y continuar las discusiones con la industria pero no ha sido fácil lograr acuerdos. A pesar de tener mayoría en el legislativo el gobierno no logró el apoyo necesario para su propuesta en el Plan Nacional de Desarrollo y terminó retirando el mensaje de urgencia con el que esperaba agilizar el trámite de su proyecto más reciente.