Foto: Getty Images. Monty Rakusen. Cultura | Foto: Getty Images. Monty Rakusen. Cultura

INDUSTRIA

La industria azucarera se derrumba por la crisis petrolera

Tras un par de años desastrosos, la industria azucarera pensaba que había logrado recuperarse. Pero con la pandemia de la covid-19 y el colapso del mercado petrolero, todo ha vuelto a derrumbarse y amenaza los equilibrios mundiales del sector, que está muy pendiente de Brasil.

23 de mayo de 2020

Desde la crisis sanitaria, "el azúcar ha perdido un tercio de su valor en el mercado mundial", constata Timothé Masson, economista del sindicato francés de remolacheros CGB.

Un dato terrible para los industriales del azúcar, especialmente para los europeos, que estaban convencidos de salir a flote después de un año marcado por las precios a la baja y el cierre de fábricas.

Hasta mediados de febrero la libra de azúcar bruto había subido hasta 15 centavos de dólar estadounidense, para caer hace poco por debajo de los 8 centavos y remontar luego hasta 10 centavos.

"El centro de la crisis está sobre todo relacionado con la crisis del petróleo, que hace que en Brasil sea más interesante producir azúcar para el mercado mundial  (...) que el etanol doméstico, que se ha hundido completamente debido al petróleo", explica Masson a la AFP.

Otro factor que ha impulsado las exportaciones brasileñas de azúcar para la cosecha 2020-2021 "es la devaluación del real respecto al dólar", según un informe reciente de Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab).

"La perspectiva es que el tipo de cambio siga apoyando la competitividad del azúcar brasileño en el mercado exterior", señala este informe, según el cual la producción brasileña del azúcar alcanzaría 35,3 millones de toneladas, en alza de 18,5% respecto a 2019-2020.

El real brasileño perdió 30% de su valor frente al dólar, la moneda del mercado mundial del azúcar, desde la crisis sanitaria.

"Esto quiere decir que a muy corto plazo, los brasileños son mucho más competitivos, pueden vender en el mercado mundial más barato en dólares, y tendrán la misma cantidad en reales", según Masson.

Una tendencia que concierne otro países productores de azúcar, como Sudáfrica o Tailandia, señala.

La amenaza monetaria brasileña

Esta perspectiva no preocupa sin embargo a Cristal Union, segundo productor francés de azúcar, afirma su director general, Alain Commissaire.

"Habíamos anunciado ya en el mes de diciembre, en nuestras reuniones internas y con los agricultores, que habíamos cambiado de modelo de negocios, para ser más europeos, más flexibles, más ágiles, y (estar) menos en el mercado mundial", explica a la AFP.

Algo parecido sucede en Alemania, en SüdZucker, la mayor firma azucarera mundial, donde también señalan que, a diferencia del mercado global, los precios europeos no bajan: mientras que cayeron a 300 euros la tonelada en la UE en 2019, a finales de febrero se situaban a 370 euros, "y el alza de los precios continúa", dice un portavoz del grupo.

Otro factor positivo para el líder mundial es que la cosecha europea se anuncia escasa, debido a una primavera seca, lo que de manera mecánica va a reducir la oferta y acomodar la situación de déficit de Europa en azúcar, después de varias reestructuraciones en el sector el año pasado.

La principal preocupación de los azucareros es el etanol: "Brasil produce de manera inevitable etanol. No convendría que nos encontremos con una presión anormal en nuestros mercados, debido al hecho que el real está devaluado, y que los excedentes de allí terminen en Europa. Eso, podría ser un verdadero problema para nosotros", señala Commissaire.

Cerca de un cuarto de la remolacha se destina al azúcar en Francia, donde se desarrolla especialmente respecto al resto de Europa, y frente a solo un 8% en el mercado mundial.

"Hemos pedido que se examine en Europa una cláusula de protección, para evitar raudales que podrían venir de Brasil y Estados Unidos", añade Commissaire, para quien la amenaza brasileña es mucho más amplia.

"A principios de año, se necesitaban 3,5 reales para tener un dólar, hoy estamos a 5,5, 5,7 y los banqueros anticipan un real a 7,5 en verano. Quiere decir que no solo es el azúcar, sino que todo el mundo agrícola se verá ‘impactado‘ por lo que pase en Brasil", advierte.

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