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CRECIMIENTO ECONÓMICO

Gobierno bajó proyección de crecimiento para este año a 2%

Hace un mes el Gobierno presentó en el Marco Fiscal de Mediano Plazo una primera reducción a la expectativa de crecimiento del país desde 2,5% hasta 2,3%.

25 de julio de 2017

El director del DNP, Luis Fernando Mejía, explicó que “hay que reconocer que esta economía viene más desacelerada de lo que esperábamos y por eso hay que ajustar nuestro pronóstico de crecimiento”, que ahora será de 2% y se presentará oficialmente con el proyecto de Presupuesto General para 2018, que el Gobierno espera entregar esta semana al Congreso.

Mejía señaló durante una entrevista para CM& que el proyecto de Presupuesto nuevamente será “austero” y acorde con la situación económica del país. El Presupuesto será de $229 billones, lo que representa cerca de $3 billones menos que los $231 billones aprobados para este año, si se suma la adición presupuestal.

A esto debe sumarse que en el 2018 el déficit fiscal debe ser de 3,1% del PIB, lo que representa una disminución de 0,5 puntos porcentuales con respecto al 3,6% permitido para este año y que equivale a $5 billones.

Sin embargo, el director del DNP señaló que la reducción en la proyección del PIB representa una buena noticia ya que para obtener dicho resultado, la economía nacional tendría que crecer en promedio 2,8% lo que representa una aceleración con respecto al desempeño del primer semestre, que está cercano al 1%.

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El director Mejía destacó que por ejemplo, el sector de obras civiles crecerá en el segundo semestre gracias a los avances de las vías 4G, ya que las obras se están realizando pese a que varias de ellas aún no cuentan con cierres financieros.

De aprobarse, la liberación de recursos de regalías para ejecutar “proyectos de interés nacional y regional” también debería estimular el crecimiento del país por las mismas razones que lo harían la construcción de infraestructura y la compra de vivienda con subsidios, que también sufrieron modificaciones recientes para estimular la actividad económica del país y el apetito por la vivienda.

A todo esto debe sumarse el cambio de tendencia en las tasas de interés del Banco de la República, que lleva todo el año en una senda de reducción aprovechando que las expectativas de inflación y la misma inflación han descendido rápidamente y se espera se ubique en 3%, que es el objetivo de largo plazo, en el 2018.

Según el mismo Marco Fiscal de Mediano Plazo, este debería ser el último año del llamado ajuste de la economía, pues para 2018 además de una inflación en la meta, el país debería registrar un PIB de 3,5%, mucho más cercano a su promedio histórico de 4%, con un déficit de cuenta corriente de 2,9% además del ya mencionado déficit fiscal.

Fuente: Ministerio de Hacienda

Sin embargo, varios analistas han coincidido en advertir que estos pronósticos todavía son muy optimistas y que a la economía nacional le tardará mucho más tiempo recuperarse. De hecho, en los últimos meses han sido varios los analistas que se le han sumado al Banco de la República en reducir su expectativa de crecimiento para este año y esperar ahora un 1,8%.

Y el Banco de la República incluso advirtió en las minutas de su Junta Directiva de junio que se están materializando los riesgos que su equipo técnico había visto meses atrás para reducir el pronóstico de crecimiento.

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Mientras en junio inició un nuevo descenso del precio del petróleo como consecuencia de los anuncios sobre más inventarios y producción de los países que no pertenecen a la Opep, la Reserva Federal de Estados Unidos cumplió con sus anuncios y subió nuevamente su tasa de interés para llevarla a entre 1% y 1,25%. Además, los que han sido tradicionalmente los socios comerciales de Colombia siguen rezagados por lo que su capacidad para realizar transacciones con el país permanece débil.

A todo esto debe sumarse que el comportamiento del segundo trimestre habría sido muy similar al del primero, cuando el PIB logró crecer apenas 1,1% y las consecuencias sobre la tasa de desempleo empiezan a sentirse, a la vez que el déficit de cuenta corriente permaneció estable en 4,4% durante los primeros tres meses y su caída frente al mismo periodo del 2016 ya no se debe a un aumento en los ingresos del país como consecuencia de la devaluación, sino a una menor salida de recursos.

Y el consumo interno todavía no parece levantar cabeza. Aunque la confianza de los consumidores volvió a mejorar en el último mes, sigue en terreno negativo mientras la de los industriales cae y los últimos datos de producción industrial y ventas al por menor también reflejaron la desaceleración en la actividad nacional.

Así las cosas, el Presupuesto General de la Nación para 2018 será nuevamente el de la “Austeridad Inteligente” en lugar de ser, como se anunció en los primeros meses del año, el de “Colombia Repunta”.

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