Para el FMI fue un año de "perspectivas y desafíos diferentes" en cada uno de los países de la región. | Foto: DW

Región

Ganadores y perdedores de la economía en América Latina

El crecimiento económico en 2012 en la región no ha sido tan homogéneo como podría pensarse. Tras un periodo de rápido crecimiento, América Latina cerrará el año dividida.

Alianza BBC
30 de noviembre de 2012

Un exámen detallado de la economía de la región revela, en lo que a crecimiento se refiere, una Latinoamérica "de dos velocidades".

En promedio se espera que las economías de la región crezcan un 3,2% en 2012, menos que el 4,5 del año pasado, según cifras del FMI. Aunque la expansión sigue siendo "sólida".

Pero esta cifra oculta situaciones dispares, como la "recesión" de Paraguay (de -1,5% del PIB) y el crecimiento "chino" de Panamá (del 8,5%).

"Estos números reflejan que realmente hay dos historias que contar en América Latina: una es la de los países que crecen por encima de su potencial, y otra es la de los que lo hacen por debajo", aseguró Luis Oganes, especialista en América Latina del banco JP Morgan.

En el primer grupo están las economías que continuarán creciendo con rapidez (aunque se hayan ralentizado un poco) como Perú, Chile, Colombia, México y Bolivia, además de Panamá.

Y en el otro se encuentran principalmente los países del Mercosur –Paraguay, Brasil, Argentina y Uruguay-, donde la desaceleración ha sido más drástica. "Brasil ha acabado tirando la media de la para abajo ya que representa el 45% del PIB nominal de la región", aseguró Oganes.

Para el FMI fue un año de "perspectivas y desafíos diferentes" en cada uno de los países de la región.

Pero, ¿cómo se explica esta diferencia?.

Pánico

La crisis europea provocó la huida de los inversores de los países emergentes.

Para Ignacio Munyo, del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social, en Uruguay, parte de la explicación está ligada al pánico que se apoderó de los mercados globales en el segundo semestre de 2011, tras el agravamiento de la crisis europea.

En un estudio realizado para Brooking Institutions, Munyo y sus colegas defienden que son tres los aspectos que definirán a los países que ganen o pierdan en términos económicos en un escenario creado por la crisis.

En primer lugar, los exportadores de materias primas acabarán teniendo un mejor balance debido a la apreciación de dichos productos. En segundo, aquellos que dependen menos de las "economías avanzadas" (Estados Unidos y Europa), ya sea en términos comerciales o por ser el destino de remesas de inmigrantes, prosperarán más.

Finalmente, los países más involucrados en los flujos financieros internacionales recibirán un mayor número de inversiones cuando las oportunidades de negocio en las economías más tradicionales disminuyan.

"Con el pánico que se apoderó de los mercados a partir de mediados de 2011 los inversores huyeron de los países emergentes, concentrándose en activos seguros como bonos estadounidenses o el oro. Esto cambió las reglas del juego y provocó que las políticas específicas adoptadas por cada país para estimular las inversiones supusieran un elemento diferenciador", defiende Munyo.

La presión habría sido especialmente intensa en países que estaban creciendo mucho, como Brasil o Argentina. "En Argentina se fortaleció la crisis de confianza interna, exacerbada por las medidas poco ortodoxas adoptadas por el gobierno", afirmó Munyo, en referencia al polémico sistema de control de cambio adoptado por Buenos Aires.

En Brasil, ese pánico de los mercados habría creado dificultades adicionales en un momento en el que el país agotaba su capacidad máxima de producción y lidiaba con problemas ligados a la infraestructura.

Oganes argumenta que justo en ese momento el gigante sudamericano implementaba medidas para contener la inflación, lo que resultó en una frenada brusca, que habría tenido impacto en los países del Mercosur.

Éxitos

El alza de materias primas como el petróleo o los minerales explica parcialmente los éxitos de la región, según los analistas.

Perú, por ejemplo, tiene una previsión de crecimiento del 6% (según el FMI), beneficiándose de los precios, históricamente altos, de los minerales, pero su expansión podría atribuirse también a factores como el fortalecimiento de su mercado interno o a los altos niveles de inversión privada.

La recuperación del petróleo venezolano habría ayudado a Venezuela a crecer un 5,7% este año y a aliviar los cofres del gobierno local. "Fue un crecimiento impulsado por los gastos públicos en un año de elecciones", afirma Neil Shearing, de la consultoría Capital Economics.

Parece estar claro que entre los analistas hay una divergencia constatable entre las causas de los éxitos y fracasos latinoamericanos.
Problemas comunes

Sin ignorar los factores externos, el economista chileno Andrés Solimano, del Centro Internacional Globalización y Desarrollo, enfatiza la importancia de las políticas adoptadas por cada país para estimular las inversiones, ampliar el mercado de consumo y ayudar a la competitividad de la industria local (con creación de infraestructuras, mejoras en el sistema tributario, etc…)

En un estudio divulgado este mes el Banco Mundial apunta a un crecimiento del 50% de la clase media en la región, atribuido al avance en políticas de reducción de la pobreza. Esto se traduce además en mercados internos más sólidos.

Pero Solimano asegura que incluso los países que experimentan un crecimiento acelerado están lejos de haber hecho las reformas que les garantizaría estabilidad a largo plazo. "Los índices de expansión del PIB pueden ser diferentes, pero hay desafíos comunes. Falta más inversión en educación, medidas para reducir la desigualdad de renta y para ampliar la sofisticación de las estructuras productivas de la región".