Juez les ordena casa por cárcel a los “cerebros” de Interbolsa

Juan Carlos Jaramillo y Tomás Jaramillo, las cabezas de Interbolsa, fueron juzgados como “como autores responsables de los delitos de estafa agravada y masiva, manipulación fraudulenta de especies y concierto para delinquir”, de acuerdo con la Fiscalía.

Por su parte el ex directivo del Fondo Premium, Ricardo Emilio Martínez, fue condenado a permanecer en la cárcel La Picota de Bogotá durante tres años y seis meses, de los cuales tendrá un año de libertad condicional.

En su escrito de acusación, la Fiscalía señaló que los tres condenados “armaron un entramado societario mediante el cual vulneraron el mercado de valores sustituyendo fuerza del mercado por el interés personal de enriquecer sus arcas con el engaño a las víctimas”.

Y agregó durante la sesión que “eran los controladores de Tomás Jaramillo Botero y Juan Carlos Ortíz, quienes fungieron como socios de inversión del Fondo Premium,  entidad, de la cual tenían el poder de decisión, por eso lograron el propósito de estafar a sus clientes”.

Los tres acusados aceptaron los delitos de manipulación fraudulenta de especies inscritas en el Registro Nacional de Valores de la Superfinanciera, estafa agravada y concierto para delinquir, razón por la cual recibieron una rebaja en sus penas.

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Ricardo Emilio Martínez había enviado en enero una carta en la que señalaba que desde el principio decidió colaborar con la justicia en su caso y “tratar de contribuir a resarcir el daño causado por este descalabro”.

El exdirectivo dijo en su momento que, luego de rendir declaratorias ante las Superintendencias Financiera y de Sociedades, pidió entrevista a la Fiscalía y se acogió al principio de oportunidad. En virtud de ello asumió la responsabilidad penal que derivaba de sus actuaciones como representante legal, miembro de Junta Directiva y/o Gerente de algunas sociedades que estaban siendo investigadas por el proceso del Fondo Premium.

Además, de acuerdo con la Dian, Juan Carlos Ortiz debe en impuestos cerca de $16.000 millones, mientras que Tomás Jaramillo tendría una deuda por cerca de $27.000 millones que la Dian tendrá que recuperar en máximo cinco años. Sin embargo, el cobro de estas deudas debe hacerse por medio del liquidador del Fondo Premium pues ambos están vinculados e intervenidos por el caso Interbolsa.

El fin del caso Interbolsa

La liquidación del Fondo Premium es el único capítulo que queda abierto en la historia de Interbolsa y la Superintendencia de Sociedades espera terminarlo este mes.

Queda por definir el futuro de un paquete de activos donde además de bienes inmuebles se encuentran, entre otras, las acciones del equipo de fútbol Millonarios, de Fabricato y las del Hotel Santa Clara, que ha sido declarado por las autoridades como la joya de la corona entre los activos del portafolio del malogrado fondo, uno de los mecanismos que utilizaron los promotores del escándalo de Interbolsa para hacer sus operaciones. A todo esto se suman otros bienes inmuebles, cuyo valor puede llegar a $200.000 millones.

En diciembre del año pasado ya se había logrado la subasta de activos por cerca de $25.000 millones. Dentro de esos bienes estaban una casa en la zona de Santodomingo en Cartagena, propiedad de Víctor Maldonado, por la cual pujaron dos inversionistas y un edificio en el norte de Bogotá, por el cual pujaron tres constructores.

Adicionalmente, el liquidador había logrado recoger otros recursos por cuenta, entre otras operaciones, de la venta de la cadena de restaurantes Archie’s al grupo mexicano Alsea, en una hábil transacción que impidió que se perdiera ese valioso activo y que aportó parte de los recursos que se les están devolviendo a las víctimas, cuyas reclamaciones ascienden a cerca de $325.000 millones.

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