Expertos explican que gastar en experiencias es más satisfactorio que gastar en objetos. | Foto: Corbis

Felicidad

¿Por qué gastar en experiencias y no en objetos?

Los psicólogos Tom Gilovich y Leaf Van Boven, son los pioneros de la teoría de que lo más valioso en la vida de las personas deberían ser las experiencias pues son las que más felices nos hacen. Expertos explican 7 razones para gastar más en experiencias y menos en bienes materiales.

19 de julio de 2015

1. El mundo se ve color de rosa 

Las experiencias son mejores que los objetos por la re-interpretación positiva pues si se compra un objeto de mala calidad, por ejemplo, zapatos incómodos, estos siempre serán incómodos mientras que las experiencias se pueden ver más positivas de lo que realmente fueron.

Los psicólogos explican que cuando una persona por ejemplo va a Disneylandia por primera vez solo recuerda los buenos momentos, como conocer a Mickey, pasar tiempo con la familia aunque en el momento en realidad se estuvo esquivando personas, haciendo filas y aguantando niños exaltados. Con las experiencias, la memoria resalta solo lo mejor de las circunstancias. 

2. Nos aburrimos fácilmente 

Gilovich y Van Boven, sostienen que la adaptación hedónica, es decir, la capacidad de adaptarnos a cosas nuevas ocurre más rápido en los objetos que con las experiencias.  

En una investigación para demostrar esta teoría,  se les dio a 355 participantes la opción de escoger entre una experiencia como escuchar una canción, un juego de cartas y un objeto como un portarretrato. Luego se les hizo seguimiento a su nivel de satisfacción por algunos minutos, días, 1 semana y 2 semanas y encontraron que los participantes disfrutaron más escuchar una canción que tener un portarretrato durante un lapso más largo de tiempo. 

3. Es más difícil comparar experiencias

Comparar vehículos es más sencillo que sopesar experiencias pues están sujetas a la subjetividad personal. 

Gilovich sustenta ésta teoría explicando que si alguien se compra un TV y un colega se compra uno mejor, lo más probable es que esta persona se desanime pero si ocurre que ambas personas fueron a vacaciones al mismo lugar y la experiencia del otro parece más divertida que la suya, no va a desanimar tanto como el TV pues cada uno guarda recuerdos de sus vacaciones y no son comparables como un televisor. 

4. La magia del presente 

La corriente que nunca se detiene o el presente, fue identificada por primera vez por el psicólogo, Mihaly Csikszentmihalyi, como el momento en el que una persona se encuentra completamente inmerso y sin esfuerzo. Csikszentmihalyi, luego de un estudio realizado en los 80s encontró que concentrarse en el presente es esencial para la felicidad, y lo que genera concentración profunda son las experiencias y no los objetos.

5. Esperar por una experiencia es lo mejor 

Las experiencias son mejores que los bienes materiales porque solo la expectativa de una experiencia venidera, genera felicidad mientras que esperar a comprar un bien material genera más estrés que bienestar.

6. Las experiencias hacen al hombre

Las experiencias son mejores porque las personas tienen la tendencia a pensar que las experiencias contribuyen a la forma de ser de cada uno.
Cuando Gilovich, realizó un experimento en donde la gente podía describir cómo había llegado a ser la persona que era escogiendo experiencias y objetos, las personas asimilaron una experiencia a alguna característica positiva de su personalidad.

7. A las personas les encantan las personas 

Según Gilovich, a las personas les gusta estar en contacto con los otros. El psicólogo afirma que las experiencias hacen a la gente más feliz porque son mecanismos para acercarse  a los demás. 
Una de las razones de esto, es que las experiencias generan mejores conversaciones que los objetos materiales y esto se traducen en mayor satisfacción para los interlocutores.

Esta hipótesis fue probada por los psicólogos Van Boven, Gilovich y Margaret Campbell, cuando implementaron un experimento en donde a un grupo de participantes de citas rápidas, se les pidió que hablaran de los objetos que habían comprado recientemente, y a otro grupo que hablaran de sus últimas experiencias.  

Los psicólogos encontraron que a las personas les gustaba más tanto las conversaciones como las personas  que hablaron más de experiencias que de objetos.

Los psicólogos concluyen que al enfrentarse a una transacción, es mejor comprar experiencias pues a través de ellas se conoce mejor la persona que se es, se crean lazos más fuertes con los demás, y crece la satisfacción por la vida.