El "Día sin carro" se puso en marcha a fines de los noventa como algo voluntario y en 2000 una consulta popular promovida por el entonces alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, aprobó que se celebrara anualmente el primer jueves de febrero.

Comercio

Empresarios le hacen el “quite” al Día Sin Carro

Contrario a lo que sucedía en años anteriores, para la versión número 12 del Día Sin Carro, los empresarios bogotanos han empezado a sacarle el jugo a esta fecha. Es así como han preparado desde descuentos especiales hasta parqueadero para bicicletas.

2 de febrero de 2012

Desde hace tres años los empresarios han emprendido programas especiales para mitigar la afectación por el Día Sin Carro.

Según Fenalco, durante las primeras jornadas, el comercio afectado registró un descenso en las ventas hasta del 61%, mientras que en los últimos tres años ha sido del 30%, aproximadamente.

De acuerdo con el gremio de los comerciantes, los sectores afectados son muebles y electrodomésticos que disminuyen sus ventas en un 52%. La cadena automotriz (lavaderos de carros, CDAs, talleres, etc) hasta en un 42% y los centros comerciales, que reducen sus ingresos hasta en un 38%.

Para contrarrestar estos efectos algunos han empezado a programar actividades especiales para este día.

Es así como el sector automotor aprovechará para realizar jornadas académicas, análisis del mercado, revisar procedimientos en el servicio y revisión de inventarios.

Entre tanto, centros comerciales preparan descuentos especiales y rutas en los centros comerciales como Galerías, Salitre Plaza, El Retiro, Avenida de Chile, Unicentro, Plaza de las Américas, Andino y Santafé.

Por su parte, Portal 80 y Altavista, habilitarán 78 y 56 cupos de estacionamiento para bicicletas, respectivamente.

Así mismo, los parqueaderos ofrecerán una tarifa especial para los carros que lleguen temprano y en algunos puntos habilitarán parqueo de bicicletas.


El presidente del grupo de bicicletas de Fenalco, Antonio Liévano, aseguró que justamente éste es uno de los sectores que ha aprendido a beneficiarse del Día Sin Carro.

“Se hacen rebajas con anticipación en artículos como cascos, chalecos, reflectivos, mantenimiento de las bicicletas, entre otros”, indicó.

Aunque Liévano reconoció que al principio no había una coordinación para aprovechar esta fecha, aseguró que con el paso del tiempo se han organizado. “El sector ha crecido y cada día hay más almacenes dedicadas a este comercio”.

¿Para quiénes es la restricción?

Como es tradicional, los primeros jueves de febrero, en la capital del país salen de circulación los carros particulares, entre automóviles, camperos y camionetas. 

Según el Distrito, los 1.453.144 vehículos particulares con los que cuenta la capital no podrán circular entre las 6:30 de la mañana y las 7:30 de la noche.

Se calcula que de los más de 1,4 millones de vehículos particulares, 1.162.515 están matriculados en la capital. El restante tiene matricula de otras ciudades, pero circulan diariamente por Bogotá.

Para garantizar la movilidad de los más de ocho millones de capitalinos, la ciudad contará con 52.679 vehículos del parque automotor con tarjeta de operación (buses, busetas, microbuses y taxis), además de la flota de articulados y alimentadores de TransMilenio.

Entre tanto, por pico y placa dejarán de transitar 11.333 vehículos de transporte público.

Para los aficionados al deporte, la ciudad contará con sus 361 kilómetros de ciclorruta para que utilicen sus bicicletas y lleguen así a sus sitios de trabajo o estudio.

El Distrito recordó que los vehículos particulares que no acaten la restricción de 13 horas serán multados con $283.350 (15 salarios mínimos legales diarios vigentes), además de tener que inmovilizar el vehículo.

Sin embargo, aclaró que la medida no cobija al transporte de estudiantes, motos, carrozas fúnebres, ambulancias, vehículos acondicionados para discapacitados, los del cuerpo diplomático, fuerzas militares, Policía Nacional, bomberos, empresas de servicios públicos domiciliarios, servicio de escolta, de trabajo con logo de la empresa pintado y de seguridad privada, y los de control de tráfico y grúas autorizadas.

Por su parte, el transporte público estará bajo la lupa, ya que las Secretarías de Ambiente y Movilidad y la Policía de Tránsito dispondrán de 10 puntos de control de emisiones de gases en las principales avenidas de la ciudad. 

Allí constatarán que cumplan con los parámetros ambientales y que porten el certificado de revisión tecnicomecánica.

En 2011, el monóxido de carbono (asociado a la combustión de los carros particulares), disminuyó un 37% respecto a un día de tráfico normal, al pasar de 0,9 partes por millón a 0,6.

Así mismo, el dióxido de nitrógeno pasó de 21,6 partes por billón a 11,8, alcanzando una reducción del 45%. Similar ocurrió con el dióxido de azufre, que cayó un 44 por ciento (de 6,3 partes por billón a 3,5).

El polvo, hollín y humo (material particulado), generado principalmente por los buses, busetas y colectivos, cayó un 5% con relación a un día típico (bajó de 57,4 microgramos por metro cúbico a 54,7).

En las vías, las autoridades revisaron 656 vehículos, de los cuales 184 no pasaron las pruebas de emisiones (28,05%). A su vez, 263 motos fueron inspeccionadas, de las cuales 98 "se rajaron" en contaminación atmosférica.

Por su parte, la Secretaría de Movilidad impuso 515 comparendos a vehículos particulares y fueron inmovilizados 89 por no cumplir la restricción entre las 6:30 de la mañana y las 7:30 de la noche.