La mina del Cerrejón es una de las más grandes a cielo abierto del mundo. | Foto: Diana Lache Peña - La Guajira

Minas

El mal momento del carbón colombiano

El segundo producto de exportación de Colombia -el carbón- está pasando por un momento particularmente difícil.

Alianza BBC
12 de febrero de 2013

El miércoles pasado, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales de Colombia (ANLA) ordenó la suspensión de las operaciones de carga de la segunda productora del mineral del país, la estadounidense Drummond International.

Y, al día siguiente, comenzó una huelga en la que es la mina más grande de Colombia y una de las minas de carbón a cielo abierto más grandes del mundo: Cerrejón, propiedad de las multinacionales BHP Billiton, Anglo American y Xstrata.

En total, ambas empresas son responsables por aproximadamente el 70% de la producción carbonífera de Colombia, el cuarto exportador mundial del mineral.

Y se estima que ambos problemas le costarán al país unos US$3,6 millones diarios en pérdidas, la gran mayoría -unos US$3 millones- como resultado de la paralización de operaciones de Cerrejón, mina ubicada en el nororiental departamento de La Guajira.

La situación ha reavivado además el debate sobre el impacto social y ambiental de la actividad minera en Colombia.

Para algunos analistas, las cada vez mayores demandas sociales y ambientales ya han empezado a sustituir a los problemas de seguridad pública como la principal fuente de preocupación de los inversionistas del sector.

"Aunque en los últimos meses hemos visto un recrudecimiento de la actividad de la guerrilla en contra de la minería, esos temas sociales y ambientales cada vez han venido agarrando más terreno, porque las consecuencias ya son ostensibles, ya no se pueden negar", le dijo a BBC Mundo Luis Álvaro Pardo, director del centro de estudios mineros Colombia Punto Medio.

"Se está aprovechando para volver a poner en la agenda que estos temas son graves, que las consecuencias son graves y que llevan mucho tiempo", agregó.

Las demandas

Inicialmente, el caso que más atención recibió fue el de Drummond, empresa castigada por haber lanzado "entre 500 y 1.800 toneladas de carbón" al mar Caribe, cerca de la ciudad de Santa Marta.

Según Drummond, con el vertido se quiso evitar el hundimiento de una barcaza de carga a inicios de año.

Pero la ANLA determinó que la empresa -que ya había sido sancionada por un incidente similar en 2007- no había activado el plan de contingencia de manera adecuada y, sobre todo, que no había informado oportunamente a las autoridades acerca de la emergencia.

Por otro lado, la huelga en Cerrejón se produce luego de que empresa y sindicato no pudieran llegar a un acuerdo sobre mejoras salariales y nuevos beneficios en materia de salud y educación, entre otros puntos.

La discusión acerca del impacto sobre la salud de las minas de carbón a cielo abierto también parece haber ganado particular tracción a raíz del paro minero.

Según el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Carbón, Sintracarbón, unos 700 trabajadores de Cerrejón sufren enfermedades irreversibles como consecuencia del trabajo minero, incluyendo 22 casos de silicosis (neumoconiosis respiratoria).

"Nos estamos muriendo por el polvillo que produce el carbón. Y si nosotros, que nos protegemos, nos estamos muriendo, ¿qué queda para las comunidades aledañas que no se protegen de ese polvillo?", le dijo a BBC Mundo Álvaro Frías, de Sintracarbón.

"Por eso también le estamos diciendo a la empresa que queremos una minería responsable, que le den a las comunidades aledañas los recursos para que puedan vivir dignamente", agregó.

Entre las demandas sindicales también está la de mejores salarios y mayores derechos para los más de 7.000 trabajadores "no directos" de la empresa minera.

"Empresa modelo"

Cerrejón, por su parte, calificó la decisión de iniciar huelga de "infundada e irresponsable" y lamentó que el sindicato no reconociera "la bondad del conjunto de beneficios que los trabajadores y la empresa han construido a través de los años, y que hacen de Cerrejón una de las mejores empresas para trabajar (en Colombia)".

"Después de hacer un análisis exhaustivo de los argumentos planteados por las directivas sindicales, tanto en la mesa de negociación como en sus declaraciones públicas, Cerrejón no tiene claridad de cuáles son las verdaderas motivaciones que los llevaron a decretar el cese de actividades, teniendo en cuenta que Cerrejón es uno de los mejores empleadores del país, y ciertamente de La Guajira, y que la empresa ofreció a los trabajadores una mejora importante en prácticamente todos los beneficios actualmente vigentes", se puede leer en un comunicado emitido por la empresa.

Efectivamente, la huelga en la gigantesca mina -la primera en más de dos décadas- le importa a los colombianos no sólo por las millonarias pérdidas que acarrea, sino también por la fama de "empresa modelo" de la compañía que la administra.

"Colombia ha hecho muchos esfuerzos por manejar el auge (minero) de manera adecuada, pero no hay duda de que es un proceso de aprendizaje y que falta mucho por hacer", le dijo a BBC Mundo Leonardo Villar, director ejecutivo del centro de investigación Fedesarrollo.

"Y es importante que el gobierno haga ver su autoridad incluso si a corto plazo le implica costos en términos de interrupción del flujo de ingresos", dijo refiriéndose al caso de Drummond.

Para Villar, sin embargo, lo que ocurre en Cerrejón no se puede poner en el mismo paquete.

"Ahí hay un problema laboral normal. Es un ejemplo de que a medida que ido mejorando muchísimo la seguridad, los temas que son comunes a todos los países del mundo empiezan a adquirir mayor importancia", dijo el analista.

"Eso que está pasando ahí no es reflejo de un problema particular de este país", afirmó.

Impacto

La discusión sobre la repartición de la riqueza generada por la gran minería, sin embargo, también ha adquirido más fuerza a raíz de la huelga en la giganstesca mina de La Guajira.

Esa es una discusión fundamental para el futuro de Colombia.

"Dentro de las empresas que hay, (Cerrejón) es la empresa que menos mal lo hace. Se invierten algunos recursos", reconoció Luis Álvaro Pardo, el director de Colombia Punto Medio.

"Pero las mismas cifras oficiales revelan que problemas como el analfabetismo, la desnutrición, las necesidades básicas insatisfechas siguen siendo altas e importantes en el departamento de La Guajira (donde Cerrejón opera desde hace tres décadas)".

"Muchos recursos se mueven, pero se concentran en muy pocos. No logran generar bienestar social y desarrollo económico. No se puede hablar de un mejoramiento de la calidad de vida en las zonas donde esta la gran minería", afirmó.

La gran minería le deja sin embargo millonarias regalías al Estado, tanto a nivel central como a nivel local.

Esa es una de las razones por las que el gobierno colombiano está haciendo todo lo posible para que las cosas vuelvan pronto a la normalidad.

La sanción en contra de Drummond, sin embargo, sólo será levantada una vez que la empresa presente un plan de contingencia que satisfaga a las autoridades.

Pero el presidete Juan Manuel Santos ya dijo que quiere que el caso ayude a "sentar un precedente".

Y todo parece indicar que la solución de la disputa en la principal mina del país podría necesitar incluso más tiempo.

"Si entramos en huelga es en huelga, y eso dura por lo menos un período legal de 60 días, al término del cual se convoca un tribunal de arbitramento. Durante la huelga no hablaremos", le dijo a la publicación económica Portafolio Juan Carlos Restrepo, el Vicepresidente de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Cerrejón, al día siguiente de declarada la huelga.

Las gestiones personales del ministro del trabajo, Rafael Pardo, todavía no arrojan resultados.

La situación ha empujado los precios internacionales del carbón -que había caído aproximadamente un 35% en los últimos dos años- ligeramente hacia arriba.

Pero con el 70% de su exportación paralizada, Colombia no se está beneficiando especialmente de esa alza.