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ANÁLISIS

El impacto socioeconómico de los Acuerdos de Paz

Los Acuerdos de Paz con todo y sus imperfecciones son no solo un buen negocio para Colombia, es el mejor negocio de la historia nacional. Los billones de pesos que se solían gastar en la guerra, pasarán a ser en buena parte inversión social.

20 de septiembre de 2016

Hace 52 años surgieron las Farc. En principio, nada inusual para una Nación que había presenciado a la fecha 23 guerras civiles de alcance nacional y regional, pero que a la larga resultaría siendo el conflicto mas extenso y costoso de nuestra historia.

El impacto económico de la presencia de las Farc ha sido una verdadera catástrofe. Se calcula que el gasto en defensa producto del conflicto año a año, oscila en $20 billones. Esta cifra no incluye costos de difícil calculo, como el valor de cada vida perdida y su capital intelectual, la inversión nacional y extranjera que se dejó de hacer por temor al conflicto y el turismo ausente en las regiones más necesitadas de la patria.

Me atrevería a afirmar que la existencia de las Farc ha tenido durante estos 52 años un impacto negativo de al menos $500 billones en nuestro PIB, dinero que utilizado e invertido con inteligencia nos tendría hoy a la par de un país como Chile o incluso con algo de suerte con el desarrollo relativo de alguno de los tigres asiáticos.

Los Acuerdos de Paz con todo y sus imperfecciones son no solo un buen negocio para Colombia, es el mejor negocio de la historia nacional. Los billones de pesos que se solían gastar en la guerra, pasarán a ser en buena parte inversión social. Un porcentaje importantísimo se empleará en algo que debimos realizar hace 50 años, una reforma agraria integral.

A los campesinos se les darán tierras y el apoyo necesario para que las cultiven. Esto no solo les mejorará rápidamente su calidad de vida sino que ampliará nuestro mercado interno y nuestra demanda de manera acelerada. Esta reforma agraria se realizó hace ya muchas décadas en los países que tienen hoy un desarrollo económico alto y es indispensable para el futuro de nuestra nación. Vamos a llegar tarde al tema pero al menos vamos a llegar.

La participación política a futuro de las Farc que tanto ha preocupado, no debería generar ningún tipo de intranquilidad. Las 10 curules que se asignarán a dedo -así los negociadores del gobierno insistan en no llamarles así- y las 16 posibles que conquisten en las circunscripciones especiales, tienen un peso mínimo en la conformación final del Congreso que se compone de 268 congresistas.

La verdad la sacamos barata, pudieron haber exigido mucho más. En cualquier caso el grado de madurez y sensatez de nuestros ciudadanos nos pondrá lejos, muy lejos, de realizar cambios demenciales a nuestro modelo económico y de repetir locuras como las de Venezuela, Cuba o Corea del Norte.

El Acuerdo generará impunidad, las inmensas fortunas amasadas por los cabecillas de las Farc seguirán en su mayoría ocultas y tendremos que poner de nuestros impuestos para mantener durante un tiempo a unos personajes que no le han aportado un grano de arena a la construcción de esta Nación. En un escenario ideal las Farc no hubieran existido y nos habríamos ahorrado décadas de dolor, sufrimiento y pobreza. No obstante, no fuimos capaces de derrotarlos militarmente. Ahora debemos actuar con grandeza, recibirlos, facilitarles su reingreso y prepararnos para lo que en algunos años seguramente recordaremos como el inicio de la época dorada de Colombia.

Por: Ivanov Russi Urbano, gerente General Terminal de Transportes de Popayán