En los últimos años, la dinámica económica en las ciudades colombianas fronterizas con Venezuela, ha estado enmarcada en un escenario de continua depreciación del bolívar.

Economía

Efectos cambiarios en la frontera colombo-venezolana

Un documento del Banco de la República señala los traumas generados en la economía binacional a partir de la volatilidad de la divisa norteamericana.

20 de noviembre de 2014

De acuerdo con el más reciente informe de economía regional publicado por el Banco de la República, existen una serie de consecuencias notorias del efecto cambiario sobre la economía de frontera colombo-venezolana, que Dinero resumió en los siguientes puntos.

Vale la pena señalar que en los últimos años, la dinámica económica en las ciudades colombianas fronterizas con Venezuela, ha estado enmarcada en un escenario de continua depreciación del bolívar, lo que directa y/o indirectamente se ha visto reflejado en deterioro del comercio exterior, debilidad del sector productivo, alto desempleo e informalidad y la inflación al consumidor más baja del país.

1. Tasa de cambio paralela: Hay una tasa de cambio no oficial o paralela que en los mercados de la frontera (casa de cambio en Cúcuta por ejemplo) responden a un sistema de libre mercado y se caracteriza por un bolívar muy devaluado, que es el que finalmente impacta al pequeño comerciante y consumidor en la frontera.

2. Bienes de consumo: La evidencia muestra que el consumo de bienes venezolanos en Cúcuta (y en general zonas de frontera) ha aumentado porque sus precios son considerablemente más bajos respecto a los mismos tipos de bienes en Colombia. En un estudio sobre la caracterización del consumidor cucuteño en 2012, Gamboa & otros (2012) encontraron que una canasta de bienes básicos local, podía adquirirse un 39% y 48% más barata.

3. Medidas alternas: Los incrementos en el costo del transporte, los efectos de la escasez de artículos en Venezuela y las correspondientes medidas restrictivas del vecino país, las recientes medidas en cierres nocturnos y militarización de la frontera, entre otros, que buscan desincentivar el consumo de bienes venezolanos por parte de colombianos, alienta un mercado subterráneo como el contrabando.

4. PIB: A lo largo de los últimos doce años, siempre ha habido crecimiento del PIB per cápita para el departamento de Norte de Santander. Esto implica, que el consumo de los hogares igualmente ha aumentado pero por efecto de la devaluación del bolívar, como se mostró antes, ese consumo adicional se ha volcado mayoritariamente hacia bienes venezolanos.

5. Creación de sociedades: cuando el precio del bolívar baja (como efectivamente ha sucedido), también hay una reducción en la creación de nuevas sociedades. Las sociedades netas (constituidas + reformadas – disueltas) venían creciendo a altas tasas hasta el primer trimestre de 2008 y entonces hubo un descenso hasta el segundo semestre de 2010 cuando comenzó una leve recuperación.

6. Desempleo: En una economía como la cucuteña, tan orientada al comercio y donde las cifras de empleo mismas señalan a esta actividad como una de las de mayor rotación, es inevitable que para disminuir los costos, haya expulsión de mano de obra que va hacia el desempleo o la informalidad.

7. Exportaciones: Para los grandes exportadores, que son los que determinan la balanza comercial, hay razones más allá de la misma devaluación del bolívar que han incidido más en el comportamiento de las ventas externas particularmente después de la crisis de 2008. Como lo afirmó el presidente de Analdex, Javier Díaz: “Colombia es el proveedor natural de Venezuela en productos de primera necesidad. Pero mientras no haya un instrumento financiero que garantice el pago, nadie se atreve a despachar mercancías, más después de la mala experiencia”.

8. Brechas: Si se piensa en el efecto de la tasa de cambio sobre el desempleo, es claro que la transmisión se hace rezagadamente, puesto que en medio hay una gran cantidad de variables que imprimen distintas magnitudes y direcciones. Es por ello que no se toma el desempleo como variable, sino la brecha entre el desempleo cucuteño respecto al total de las 13 ciudades que se toman en cuenta para la muestra.

Es importante tener en cuenta que Colombia tiene fronteras terrestres con Venezuela, Brasil, Perú, Ecuador y Panamá, siendo la colombo-venezolana la más extensa (2.219 km) y activa económicamente. En particular, la zona geográfica más dinámica es la comprendida entre la ciudad de Cúcuta y su área metropolitana (El Zulia, Los Patios y Villa del Rosario) y Puerto Santander del lado colombiano, y Ureña, San Antonio y San Cristóbal del lado venezolano.