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DEUDA EXTERNA

Deuda externa en Colombia se ha mantenido estable desde mayo de 2016

En noviembre la deuda externa del país se aceleró levemente (0,1%) con respecto a octubre y alcanzó los US$116.216 millones en los primeros 11 meses del año, es decir el 41,5% del PIB que se proyecta para el 2016.

7 de febrero de 2017

De acuerdo con el Banco de la República, el saldo de la deuda pública del país aumentó US$5.056 millones desde el mes de noviembre de 2015 y representa actualmente el 60,2% de la deuda total, mientras que la deuda privada creció US$1.642 millones en los primeros once meses y alcanza el 39,8% de las obligaciones externas de Colombia.

La deuda del sector público llegó el 25% del PIB nacional que está proyectado para 2016, al incrementar 2,3% con respecto a diciembre de 2015 y equivale a US$69.907 millones.

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Por su parte, la deuda del sector privado llegó al 16,5% del PIB, con un crecimiento de 1,4% con respecto a la registrada en noviembre de 2015. Esta deuda equivale en valor a US$46.310.

Fuente: BanRep

Según el Emisor, las obligaciones de corto plazo representan el 13% de la deuda externa total y el restante 87% corresponde a las obligaciones de largo plazo. Estas obligaciones sumaron US$14.832 y US$101.384 respectivamente.

De acuerdo con la deuda de corto plazo, el 80% corresponde a préstamos, el 17% a crédito comercial y el 3% a arrendamiento financiero y titularización. Con respecto a la deuda de largo plazo, el 47% corresponde a bonos, el 46% a préstamos, el 6% a arrendamiento financiero y el 1% restante a crédito comercial.

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Por otro lado, la deuda del sistema financiero llegó a US17.082 millones, lo que equivale a un incremento de US1.036 millones con respecto a noviembre de 2015.

La deuda externa del país a noviembre de 2015 era del 37,3% del PIB proyectado para dicho año y finalizó en 37,9%, notablemente inferior al 41,5% de los 11 meses hasta ahora estimados del año 2016.

¿Qué riesgos implica un incremento pronunciado de la deuda?

Según como explicó Dinero en su última edición, un saldo demasiado grande de la deuda pública puede obstaculizar el crecimiento, porque su colocación disminuye la disponibilidad de ahorro para financiar la expansión del sector privado.

Además, la presión de unos costos financieros crecientes obliga a incrementar los impuestos o a reducir los gastos gubernamentales. En el primer caso, resta recursos al sector privado, mientras que en el segundo puede dificultar la provisión de los bienes públicos o deteriorar su calidad, con lo cual se corre el riesgo de disminuir las economías externas para incentivar la inversión privada y la acumulación de capital humano.

Por las amenazas que entraña un incremento excesivo de la deuda, tanto pública como externa de las economías, las agencias calificadoras de riesgo han manifestado preocupación por su aumento en el país.

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