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Inversionistas

Ahorristas anónimos: cuando el ahorro prudente se convierte en patología

Algunas personas desarrollan con el tiempo apego emocional con el dinero que les produce angustia la idea de gastarlo

19 de julio de 2015

Un hombre de 36 años gana US$130.000 en un día, pero todavía vive con sus padres. Compra sándwiches a última hora de la tarde para ahorrar 75 centavos. Organiza su vida para usar el transporte fuera de los horarios pico, que son más caros.

¿Una frugalidad impresionante? ¿O algo mucho más complicado?


La persona en cuestión es Navinder Singh Sarao, el operador/tacaño que en 2010, según dicen, contribuyó a la brusca caída del mercado conocida como “flash crash”. Pocos de nosotros llegaríamos tan lejos para ahorrar dinero. ¿Pero qué pasa si sólo mantenemos del 20% al 30% de nuestros activos en efectivo? ¿O si nos aferramos a una inversión de la que deberíamos deshacernos pero no nos resolvemos a vender porque la recibimos de nuestro difunto padre?

¿No somos un poquito excéntricos nosotros también… además de perder dinero?

Cuando una conducta positiva, como el ahorrar, se lleva al extremo, puede volverse negativa, dice Anthony Canale, planificador financiero y autor de un trabajo sobre la acumulación financiera publicado en el Journal of Financial Therapy. Mientras que las personas como las que aparecen en el programa de televisión Hoarding: Buried Alive tienen apego emocional a los objetos físicos, los acumuladores financieros “desarrollan un apego emocional similar al dinero”, explica, “y con el tiempo sienten una profunda angustia al pensar en gastarlo”.

El ejemplo clásico de acumulación financiera es tener más efectivo del necesario, aun cuando nos beneficiaría saldar deudas o invertir. Carlos Dias Jr., fundador de Excel Tax and Wealth Group, trabajó con una clienta que tenía unos US$25.000 en su cuenta corriente pero usaba una línea de crédito con garantía hipotecaria para realizar sus compras. “Acumuló una deuda de casi US$13.000”, señala. “Tenía el dinero [que necesitaba] pero seguía acumulándolo como ‘fondo para las épocas de vacas flacas’. Y entonces creó este flujo de deuda adicional”.

Ahorro exagerado

Si bien en la mayor parte de los Estados Unidos y el mundo el ahorro es sumamente escaso, los ahorristas exagerados realmente existen. Cuando las personas se jubilan y no les entra más dinero, por ejemplo, su actitud hacia él puede cambiar.

Dave Littell, director del programa de ingresos jubilatorios de The American College, observó eso en su padre. Este tenía suficiente dinero pero a los 84 años empezó a gastar una menor parte de sus activos, preocupado por que algún día lo echaran de su comunidad de retiro. Littell alentó a su padre a tomar un 15% o menos de su cartera para comprar una anualidad mancomunada y de supervivencia para él y la madre de Littell. “La anualidad alcanzaba para pagar la cuenta de la comunidad de retiro todos los meses para que nunca pudieran echarlo, y él durmió mucho más tranquilo”, cuenta Littell.

¿Qué haría Dias de Excel Tax si Navinder Sarao fuera su cliente? “Le mostraría que tiene suficiente dinero como para no tener que privarse de almorzar temprano, que puede permitirse tener apartamento propio”.

Por el momento, Sarao sigue viviendo sin pagar alquiler… en la cárcel londinense de Wandsworth.

(Bloomberg)