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ECONOMÍA

¿Cuánto le cuesta a Latinoamérica sus 400 homicidios diarios?

En Latinoamérica, pese a la disminución de los índices de pobreza, aún se evidencia un alto nivel de violencia. Se registra un promedio de 24 homicidios por cada 100.000 habitantes anualmente, es decir, unos 400 homicidios por día ¿Cuál es el costo socioeconómico?

26 de septiembre de 2016

De acuerdo con una reciente publicación del Banco Mundial, a pesar de una disminución de los niveles de pobreza y pobreza extrema, en América Latina y el Caribe sigue registrándose un promedio anual de 24 homicidios por cada 100.000 habitantes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que un índice de 10 o más homicidios por cada 100.000 habitantes es una característica de la ‘violencia endémica’. “Esto significa que en muchos países la violencia prácticamente ha alcanzado proporciones de epidemia”, señala el Banco Mundial.

Por estos motivos se plantea que tomar medidas y combatir la violencia es un imperativo del desarrollo. Dicha violencia endémica se traduce en una menor productividad, peores resultados en materia de salud y elevados costos de seguridad.

Según el Banco, los costos acumulados de la violencia pueden representar hasta un 10% del producto interno bruto (PIB) en algunos países, además de las consecuencias negativas a largo plazo en materia de desarrollo humano, social, económico y sostenible.

Tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes

Fuente: Banco Mundial

“Se considera que los altos niveles de homicidio y robos se relacionan con la desigualdad económica, las bajas tasas de matrícula escolar y bajos niveles de escolaridad”, señaló el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en su estudio ‘Delitos violentos en ciudades de América Latina’.

El riesgo en la población joven

En América Latina, el índice de homicidios de hombres de entre 15 y 24 años de edad llega a ser de 92 por cada 100.000 habitantes, casi cuatro veces el promedio regional.

El Banco Mundial prevé realizar un estudio basado en un examen hecho de datos objetivos de las políticas novedosas de prevención de la violencia que han demostrado disminuir las conductas antisociales en los primeros años de vida y las pautas de delito en la juventud y la edad adulta.

El caso de Medellín

En los primeros años de la década del 90, el temor a la delincuencia y la violencia era un rasgo característico de la vida en Medellín. En 1991, el índice de homicidios tuvo un aumento y se ubicaba en 381 por cada 100.000 habitantes, por lo que Medellín era considerado el lugar más violento del mundo, aclara el Banco Mundial.

No obstante, 25 años después, los homicidios se redujeron a alrededor de 20 por cada 100.000 habitantes y Medellín se considera ahora una de la ciudades más habitables e innovadoras de América Latina. Varias otras ciudades de la región han logrado avances similares, como Cali, o Diadema, en el estado de São Paulo (Brasil).

"Por más sombrías que puedan ser las estadísticas mundiales y regionales, los éxitos como los de Medellín, Cali y Diadema envían un mensaje claro: la violencia juvenil urbana puede prevenirse con políticas acertadas y un compromiso a largo plazo con la reducción de la delincuencia”, afirmó Markus Kostner, gerente de Prácticas de Desarrollo Social del Banco Mundial en la región de América Latina y el Caribe.