| Foto: Pesimismo consumidor 123RF

CONSUMIDOR

Confianza nuevamente en negativo

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) que mide Fedesarrollo se deterioró fuertemente en abril y cayó nuevamente a terreno negativo. Estrato medio y bajo registran las mayores caídas, mientras que sube en el estrato alto.

17 de mayo de 2019

Al sorpresivo dato de crecimiento del primer trimestre que se conoció esta semana, se suma hoy una señal que debería prender las alarmas de las autoridades económicas: el nuevo desplome de la confianza del consumidor la cual regresó a terreno negativo.

El bajo crecimiento de la economía del 2,8% en el primer trimestre evidenció que la recuperación viene a un ritmo mucho más lento de lo esperado por el Gobierno y el mismo Banco de la Repùblica. La caída de la confianza evidenciaría que la percepción de los consumidores en el arranque del segundo semestre en vez de mejorar, estaría nuevamente deteriorándose.

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) regresó nuevamente a terreno negativo durante el mes de abril al registrar un balance de -9,6%, lo que representa una fuerte reducción de 10,7 puntos porcentuales frente al mes anterior y de 11 puntos frente al mismo mes del año pasado.

Una mala señal pues el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de Fedesarrollo es un termómetro muy importante de la evolución del consumo privado. Desde que se implementó se ha convertido en un muy buen predictor del comportamiento del consumo de bienes durables y de la dinámica de la economía.

Puede leer: Decepciona el crecimiento del primertrimestre 2 8

El deterioro en la confianza obedeció a una disminución en sus dos componentes: tanto en el Índice de Expectativas del Consumidor como en el Índice de Condiciones Económicas.  Frente a marzo, estos se redujeron en 8,9 y 13,5 puntos porcentuales, respectivamente, lo cual muestra que empeoró la valoración del país, de los hogares y la disposición a comprar bienes durables.

Esto constituye un campanazo de alerta y una señal de que la recuperación de la economía en vez de ganar tracción durante el segundo semestre, habría perdido aún más velocidad. No hay que olvidar que el consumo de los hogares representa alrededor del 70 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), desde el lado de la demanda.

La confianza de los consumidores se deterioró en la mayor parte de las ciudades analizadas y especialmente en los estratos medio y bajo.

Donde se presentó la mayor reducción del índice fue en Bogotá (13,8 puntos porcentuales) seguido de Barranquilla (10,0 puntos porcentuales), Medellín (9,7 puntos porcentuales) y Cali (4,9 puntos porcentuales). En Bucaramanga fue la única ciudad donde mejoró. Y por estratos, empeoró en los estratos medio y bajo respecto al mes anterior y abril de 2018. Por su parte, la confianza aumentó en el estrato alto en ambos periodos.

También lea: Alerta amarilla se deterioró de nuevo la confianza del consumidor

Esto mostraría que quienes más estarían sintiendo el lento crecimiento de la economía y el consecuente deterioro del mercado laboral serían los estratos medios y bajos. La economía crece a un ritmo que no permite absorber el crecimiento de la población económicamente activa, sobre todo en los centros urbanos que es donde menos empleo se está creando o incluso se han destruido trabajos recientemente.

Por tanto, la disposición a comprar vivienda y bienes durables disminuyó drásticamente respecto al balance promedio registrado durante el primer trimestre de 2019. La caída en la disposición a comprar vivienda empeoró en Bogotá, Cali y Bucaramanga, y en los estratos medio y alto.

La caída en la confianza del consumidor podría deberse a temas como el deterioro del mercado laboral y la creciente incertidumbre y polarización política. Si bien no hubo discusiones en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) que explicaran por sí solas la caída, como sucedió con el desplome de la confianza en noviembre con las discusiones de la Ley de Financiamiento, es claro que el turbio ambiente político le está pasando factura a la economía. Por tanto, habrá que esperar como reacciona la confianza del consumidor a todos los acontecimientos políticos del mes de mayo.