| Foto: Bogotá Getty

ECONOMÍA

Mal momento de industria y comercio arrastra a Bogotá a la desaceleración

Los malos resultados en materia de producción industrial, la baja dinámica comercial y también el desempleo, están arrastrando a la economía bogotana hacia la desaceleración en 2017, según un informe del Banco de la República.

11 de septiembre de 2017

El Boletín Económico Regional del Segundo Trimestre de 2017 muestra que, conforme a la desaceleración del consumo de los hogares, el comercio interno en la ciudad de Bogotá continuó registrando “deterioro”.

En parte, está situación deriva de una  menor confianza de los consumidores sobre la situación económica actual. Según el Dane, las cifras de comercio interno registraron deterioro en las ventas reales en Bogotá, con una contracción trimestral de 3,4% (anual).

De otro lado, las ventas sin incluir las de vehículos, motocicletas y combustibles, registraron una menor contracción (2,1% real anual).

También se ve una tendencia a la baja en el índice de confianza comercial (ICCO) global de Fedesarrollo. Sin embargo, hay que aclarar que se mantuvo en niveles positivos.

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En relación al gasto en transporte, se observó una reducción en la utilización del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), en parte asociado con el aumento de tarifas y la rehabilitación de la infraestructura para el uso de bicicleta en la ciudad.

En el segundo trimestre del año en curso, el SITP registró 283,9 millones de abordajes, con un descenso importante de 7,6% anual.

En el SITP se alcanzó el mayor cubrimiento de pasajeros movilizados en septiembre de 2016 (314,9 millones de abordajes).

¿Qué hacer con la industria?

La industria capitalina tampoco la pasa bien, pues continuó registrando un panorama menos favorable con una caída trimestral de 8,9 real anual a junio.

“La contracción de la producción se explicó en parte por una demanda externa débil y el menor ritmo de consumo interno, de alguna manera asociado con el deterioro de la confianza de los hogares sobre la situación económica actual y al aumento del impuesto al valor agregado (IVA)”, añade el informe.

Otro de los factores externos que afectaron a la industria fue un paro en Buenaventura durante veinte días, el cual afectó el transporte de materia prima para la producción de algunos rubros en la ciudad.

En particular, la actividad más afectada con el paro en Bogotá fue la industria de carnes, aceites y grasas, frutas y verduras, debido a la escasez de la materia prima para la elaboración de alimentos procesados, curtidos y enlatados

Debido al paro también se originó una fuerte contracción de la industria automotriz, con el retraso de la llegada de los motores para el ensamblaje de vehículos.

Y otra de las industrias que no levanta cabeza ni en la ciudad ni en el país es la de confecciones y prendas de vestir. Según el Banco de la República “la caída se explicó, en parte, por menores pedidos en almacenes de cadena, como consecuencia de la desaceleración del gasto de los hogares”.

“En el mismo escenario, la fabricación de calzado se redujo, en particular la de línea infantil. Ambos rubros además han sido afectados por los efectos de la fuerte competencia con los productos importados”, agregó el documento.

El empleo, un reto para la Administración Distrital

Preocupa que Bogotá continuó registrando una tasa de desempleo (TD) al alza, según las cifras publicadas por el Dane al segundo trimestre del año.

La tasa de desempleo  capitalina se situó en 10,6%, 2,1 puntos porcentuales superior a la observada en el mismo periodo un año atrás.

La buena noticia es que en junio del año en curso, los resultados presentaron mejoras en términos de la calidad del empleo para la ciudad, sustentados en el buen comportamiento de la ocupación formal.

“El segmento formal registró un aumento de 2,4% en el número de empleados, mientras el informal disminuyó 6,6%. La ocupación formal, ganó mayor participación frente a la informal y alcanzó el nivel histórico más alto registrado en la capital (59,8%)”, añadió.

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La otra cara de la moneda

Mientras en la industria y el comercio abundan las interrogantes, en la industria turística las cosas van mucho mejor.

Los indicadores de turismo para la ciudad en el segundo trimestre del año, continuaron registrando resultados favorables en términos de ocupación hotelera.

De acuerdo a cifras de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco), la ocupación aumentó 0,9 puntos porcentuales frente a los resultados del mismo periodo un año atrás y se situó en 55,8%.

Según las estadísticas reportadas por la Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil), el movimiento de pasajeros que salieron desde el aeropuerto internacional El Dorado registró un mejor desempeño en el segundo trimestre del año.

La movilización de pasajeros hacia destinos nacionales representó el 67,8% y el 32,2% correspondió a internacionales. Mientras el primer segmento aumentó 0,9% anual, el segundo creció 8,7%.

“Por su parte, se destacó el crecimiento del volumen movilizado desde la ciudad, explicado por el despachado hacia destinos internacionales, al crecer 19,2% anual y participar 82,8% del total”, informó el Banco de la República.

El sistema financiero también sonrió

Según las cifras reportadas por la Superintendencia Financiera a junio de 2017, las captaciones del sistema financiero en Bogotá totalizaron $269,7 billones.

En términos reales, para el trimestre de análisis se observó un aumento de 4,5% en las captaciones totales, principalmente como efecto del crecimiento (6,7%) de los certificados de depósito a término (CDT).

Los depósitos de ahorro, por su parte, registraron una disminución (-2,2%) pero mostraron recuperación en su tendencia, mientras las cuentas corrientes tuvieron como resultado una variación positiva de 6,1%.

En veremos

El informe muestra algunos sectores que también registraron comportamientos mixtos en el período de análisis. Por un lado de recuperación y del otro de deterioro según la evolución de las estadísticas más destacadas del sector.

En relación con las cifras de concreto y de cemento gris, ambas registraron descensos anuales en los despachos hacia Bogotá, comportamiento que contrasta con la recuperación observada a principio de año.

En cuanto a la caída de los despachos de concreto, en gran parte se explicó en los menores volúmenes negociados hacia todos los destinos excepto vivienda, de acuerdo al reporte.

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El informe expone que en el segundo trimestre del año, la ciudad concentró en su mayoría el uso del suelo para la construcción residencial (60,3%) y en menor proporción para la no residencial (39,7%).

Así mismo, del total de las áreas licenciadas para la construcción en el trimestre de análisis, 71,6% correspondió al área residencial y el restante 28,4% a la no residencial.

A su vez, las licencias aprobadas para el uso de vivienda de interés social (VIS) aumentaron 17%, efecto que no alcanzó a compensar la fuerte reducción de las no VIS.

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