| Foto: Banco de la República

NUEVOS PESOS

Proyecto de los tres ceros enfrenta a los bancos con el Gobierno

El Ministerio de Hacienda y el Banco de la República le advirtieron a Asobancaria que los bancos no pueden detener el proyecto de eliminación de tres ceros al peso y a los demás gremios que enviaron observaciones, les prometieron estudiar sus sugerencias.

22 de marzo de 2018

El pasado martes la Asociación de Entidades Financieras y Bancarias (Asobancaria) inició un nuevo debate sobre el proyecto de ley que anunció el Ministerio de Hacienda para eliminarle tres ceros al peso.

Aunque Asobancaria apoyó la iniciativa recién se publicó la intención del Gobierno de presentar nuevamente este proyecto ante el Congreso, el pasado martes reveló que luego de varios análisis había decidido que es más eficiente y menos costoso acelerar el proceso de introducción de la nueva familia de billetes que quitarle tres ceros al peso.

La posición sorprendió hasta al gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, quien horas más tarde señaló que una semana atrás había hablado con el presidente del gremio, Santiago Castro, y este le había reiterado su apoyo al proyecto.

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Sin embargo tanto el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, como el gerente del Emisor le enviaron un mensaje a Asobancaria y sus afiliados: “los bancos no tienen la última palabra” sobre el proyecto de cambio en el peso y no decidirán si este se archiva antes de ser siquiera presentado ante el Congreso de la República.

El gremio tiene varios argumentos para pedir que el proyecto no se presente ni se apruebe. Algunos de ellos son los costos de aplicación de la nueva denominación, que superará los $400.000 millones anunciados pues dicho valor es apenas el costo de reimpresión de los billetes, y la lentitud en el reemplazo de los antiguos billetes. Tres años después del inicio de la nueva familia de billetes, el proceso de inserción va en un 30% y tardaría tres años más.

Por eso Asobancaria propone que en lugar de cambiar la denominación de la moneda, se acelere el proceso de inserción de los nuevos billetes y que este dure máximo un año más. Una idea que también tendría que ser aprobada por el Congreso de la República.

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En la orilla contraria están el Ministerio de Hacienda y el Banco de la República. Durante la Junta Directiva del Emisor, que se realizó ese mismo martes, los compañeros de mesa del ministro Cárdenas le presentaron varios comentarios a su proyecto y este último se comprometió a modificar el documento que radicará en el Congreso para incluir dichas sugerencias.

El ministro de Hacienda reveló que también recibió propuestas de otros gremios que son “muy útiles” y reconoció que también es necesaria una conversación con los bancos privados del país.

Cárdenas advirtió que el proyecto se presenta pensando en el bien de todos los colombianos.

Otro punto en el debate sobre el proyecto de los tres ceros es el momento de la economía en el que se quiere hacer el cambio. En la mayoría de países en los que se han cambiado o modificado las monedas, las economías enfrentan procesos de hiperinflación que se combaten con el cambio de denominación, mientras que en Colombia se daría precisamente en medio de varias décadas de inflación relativamente baja y controlada.

El ministro de Hacienda defendió su proyecto señalando que si el proyecto era necesario hace 20 años, cuando el Banco de la República ya hablaba de la necesidad de quitarle tres ceros al peso, hoy es todavía más necesario.

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Cárdenas aseguró que el “cambio de la moneda debe darse precisamente en condiciones de tranquilidad de la economía, no cuando está en un momento de alta inflación”.

Por su parte el gerente Echavarría explicó que los tres ceros del peso se deben quitar “cuando sobran” y en Colombia llevamos varios años con inflación, que aunque no es hiperinflación, sí hace necesaria la modificación.

Por ahora el Congreso de la República está a la espera del proyecto de ley que tendrá que debatir por tercera vez en los últimos ocho años y del cual esta vez el Banco de la República quiere ser "protagonista" en su fase de implementación.

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