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ECONOMÍA

Conteo regresivo: 20 millones de personas podrían morir de hambre este mes

Tres países africanos y uno de Oriente próximo afrontan una grave crisis de alimentos que podría desatar en la muerte de 20 millones de personas si no se toman los correctivos necesarios antes de que finalice marzo.

8 de marzo de 2017

La advertencia la realizó el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, quien hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para que se salven estas vidas en Sudán del Sur, Somalia, Yemen y el noreste de Nigeria.

Estas naciones no solo se han visto afectadas por conflictos internos, sino también por factores externos de gran complejidad como el cambio climático que ha afectado la producción de alimentos.

De no solventarse esta crisis por lo menos de 20 millones de personas, es decir el equivalente a 5,8 veces la población de un país como Uruguay, podrían morirse al cabo de seis meses.

Lo más indignante de esta situación es que de la totalidad de personas en riesgo de morir, casi 1,4 millones son niños.

Dicha situación resulta paradójica si se tiene en cuenta la cantidad de alimentos que se pierden a diario en todo el mundo (1.300 millones de toneladas anuales se pierde o acaba en la basura en todo el mundo).

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En el caso de Colombia, se calcula que por lo menos 10 millones de toneladas de comida se desperdician cada año (1 de cada 3 toneladas disponibles de comida se va a la basura).  

De otra parte se calcula que las regiones del mundo que más contribuyen con este desperdicio son Norteamérica y Europa, con el 60% de los alimentos que se arrojan a la basura.  

Uno de los aspectos que más llaman la atención alrededor de este tema es que según el asesor científico del Instituto Internacional del Agua de Estocolmo, Jan Lundqvis, en la actualidad se producen más alimentos de los que se deberían consumir.

Justamente cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) revelan que, frente a las 2.360 kilocalorías por persona y día que había disponibles en la década de 1960, para 2050 el suministro aumentará hasta las 3.050 kilocalorías.

Es así, que si la población mundial llega a los 10.000 millones de habitantes en el 2050 como se pronostica, habría que aumentar en un 60% la producción de alimentos frente a los que había disponibles en 2005.

Esa superproducción será la consecuencia de factores externos como la obesidad (más de 2.000 millones de personas tienen esa condición) y será posible debido a las mejoras en la productividad agrícola de las últimas décadas

"Asistimos a una mayor concentración de la riqueza. Los alimentos son muy baratos para una gran parte de la población mientras que todavía hay un grupo de pobres que tienen problemas para acceder a la alimentación", complementó Lundqvist.

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¿Cómo puede resolverse esta situación?

Las Naciones Unidas han explicado que para solventar esta crisis humanitaria es necesario destinar US$4.400 millones antes de que acabe marzo, pues cada segundo que corre se pone en riesgo la vida de estas personas.

Sin embargo, lamentablemente así se consiguieran estos recursos no sería suficiente puesto que para poder ejecutar las actividades humanitarias y cubrir a la población afectada se van a requerir US$5.600 millones.

"O actuamos ahora o tendremos una devastadora situación de hambruna generalizada en varias zonas de África y Yemen", alertó el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en una reciente conferencia de prensa.

A pesar de la complejidad de este escenario, aún los esfuerzos para proteger la vida de esas personas desfavorecidas siguen siendo muy pobres puesto que solo se han podido reunir unos US$90 millones del monto total que se requiere.  

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Esta situación pone evidencia una vez más la enorme brecha económica que existe en el mundo entre los que más tienen y los que menos. Justamente, un reciente informe de Oxfam reveló que ocho personas poseen la misma riqueza que la mitad más pobre de la humanidad.

“Grandes empresas y los más ricos logran eludir y evadir el pago de impuestos, potencian la devaluación salarial y utilizan su poder para influir en políticas públicas, alimentando así la grave crisis de desigualdad”, advierte el documento.

La investigación además muestra que siete de cada diez personas vive en un país en el que la desigualdad ha aumentado en los últimos 30 años. Además, expone que entre 1988 y 2011 los ingresos del 10% más pobre de la población mundial aumentaron en solo US$65 dólares, mientras que los del 1% más rico crecieron 182 veces más, a un ritmo de US$11.800 al año.

Es así, que el ritmo con el que los más ricos acumulan cada vez más riqueza podría dar lugar al primer ‘billonario’ del mundo en tan solo 25 años. “Con tal súper concentración de riqueza, esta persona necesitaría derrochar un millón de dólares al día durante 2.738 años para gastar toda su fortuna”, agrega Oxfam.

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*Con datos de EFE