Entregando nuestro país

Luis Fernando Mozo dice que los colombianos tienen que actuar para asegurarse que el TLC no sea aprobado.

15 de octubre de 2005

Día a día observo cómo nuestro país pierde su nacionalidad y se entrega a las exigencias estadounidenses, desprotegiendo a nuestros compatriotas (en palabras de nuestro presidente). Les confieso que antes era un gran partidario del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, pero nuestro presidente está condenando su propia reelección.



Estamos a punto de terminar las negociaciones de un TLC que corre más rápido que nuestro piloto Juan P. Montoya. Cada día se modifican leyes debido a que el tratado o se firma, o se firma. No se volvió a consultar a los gremios si las propuestas eran acordes a sus capacidades o no. Estamos perdiendo nuestra idiosincrasia cediendo espacio a la programación estadounidense en nuestras cadenas de televisión. En fin, existe un sin número de exigencias que han sido aceptadas por nuestros sabios negociadores y que sin duda alguna condenarán a nuestra nación a niveles mas profundos de pobreza. Seguramente nuestras futuras generaciones nos reprocharan el futuro del cual seremos artífices.



Nadie pone en tela de juicio que un TLC es necesario para el crecimiento de nuestra economía y mas aun que si no lo firmamos el CAFTA tendrá ventajas comparativas con nuestra economía; pero definitivamente esta no es la manera de hacerlo, y de eso se dieron cuenta aquellos negociadores colombianos en cuanto al tema de patentes, quienes renunciaron y fueron tratados como traidores a la patria (decisión mas inteligente no hubieran tomado).



El país imperialista mucho mas allá de tener buena voluntad con los países latinoamericanos como pretende hacérnoslo creer, se encuentra construyendo un futuro a largo plazo asegurando el crecimiento de su ya decaída economía la cual está expectante a las consecuencias del enorme déficit fiscal que sufre y los exacerbados gastos en el presupuesto militar.



Se vence el plazo para dejar en manos de la Corte Constitucional la aprobación definitiva del Tratado de Libre Comercio, el cual será una realidad. Somos nosotros los colombianos quienes afrontaremos todos los retos que nos imponga el acuerdo, ¿pero no creen que deberíamos actuar?



Mucho ojo, que mas allá de los intereses económicos se encuentra comprometida también nuestra riqueza natural que en un futuro nos convertirá en potencia mundial.



Con este articulo no pretendo crear manifestación alguna, debemos actuar en conjunto antes de que sea tarde, es nuestro futuro el que está en juego, como también el de nuestros hijos. Existen otros caminos; los colombianos somos gente persistente y con cualidades insuperables, pero competir en tan deplorables condiciones no es justo.

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