El momento ideal para vender las empresas: Toda una encrucijada empresarial

6 de agosto de 2007

Sin lugar a dudas, las decisiones más difíciles a las que se enfrenta cualquier empresario, giran siempre en torno a la posible venta de su empresa, preguntas tales como: ¿cuándo vender mi empresa? y ¿cuánto vale mi empresa? , definitivamente se convierten en interrogantes muy complejos de resolver adecuadamente. En este artículo se analizarán varios aspectos a tener en cuenta para dar respuesta al primer interrogante: ¿Cuándo vender?

Primero que todo es necesario comentar que el valor de una empresa en marcha no depende del valor de sus activos, éste se encuentra relacionado con el valor presente neto de su potencial de generación de flujo de caja futuro. En este orden de ideas, el mejor momento para vender una empresa es cuando mejor se encuentra, ya que en ese instante cuenta con unas excelentes proyecciones y un gran potencial futuro. Ahora preguntémonos: ¿Vendería usted su empresa en su mejor momento? Por este motivo es que esta situación se convierte en toda una encrucijada empresarial.

Normalmente lo que sucede es que cuando por situaciones adversas, de carácter interno o externo a la empresa, ésta no se encuentra bien y por consiguiente tiene serios problemas de flujo de caja para cumplir con sus obligaciones operacionales y financieras, los empresarios piensan que una de las salidas puede ser la venta de la misma. Sin lugar a dudas este es el peor momento para vender. ¿Cuánto pagaría usted por una empresa que se dirige hacia la quiebra?

Otra motivación para vender la empresa puede ser el deseo del empresario de retirarse, inspirado en la sensación de haber cumplido con un ciclo de su vida, o sencillamente motivado por el propósito de hacer algo diferente. Es importante anotar que el retiro no va asociado necesariamente con la edad cronológica del empresario, sino que se puede asociar con situaciones profesionales, personales o familiares del mismo. Estos contextos particulares de hecho señalan un momento adecuado para realizar la venta. Vale la pena anotar que en la práctica este no es el factor que mas motiva a los empresarios a vender, sobre todo cuando cuentan con empresas sólidas y rentables, su mayor interés en estos casos es poder transferir, de la mejor manera posible, ese “legado empresarial” a sus sucesores.

Desafortunadamente mi experiencia en el tema, me ha permitido evidenciar que el factor que más motiva a vender las empresas, o porcentajes de participación de las mismas, son sin lugar a dudas, las diferencias entre sus socios fundadores, o entre los miembros de la segunda y tercera generación de la familia empresaria, es decir hermanos y nietos. En estos casos, si las diferencias son definitivamente irreconciliables, puede ser un momento adecuado para vender, valorando la empresa sobre unas bases muy aterrizadas y conservadoras, con el propósito de llegar a un valor justo para las partes en conflicto.

En algunas ocasiones, por factores de tendencia del mercado inmobiliario de la ciudad o de la región, el valor del inmueble donde opera la empresa sufre una alta valorización, e incluso puede llegar a valer más que la misma empresa como tal. En estos casos se hace necesario separar “extracontablemente” la actividad inmobiliaria de la actividad operacional, para así tomar decisiones objetivas sobre una posible venta.

La economía colombiana cuenta actualmente con unos niveles de crecimiento muy atractivos y unas excelentes perspectivas futuras, lo cual conlleva a veces a recibir ofertas de compra por parte de la competencia para generar sinergias y/o ampliar sus mercados. Este puede ser un momento interesante para vender, sobre todo si dicha oferta proviene de un competidor importante, al cual si no se le vende, puede en el mediano o largo plazo disminuir mi participación del mercado o lesionar mis márgenes de rentabilidad, lo cual finalmente disminuirá el valor de mi empresa, colocándome en una situación cada vez más desfavorable.

 

Lo que he podido comprobar en estos casos, es que cuando surgen estas ofertas no esperadas, los compradores inician normalmente con una cifra baja para ellos, por lo tanto es recomendable averiguar muy bien sobre las sinergias que nuestra empresa puede generarle a la competencia, para así poder realizar una valoración objetiva.


* Consultor Financiero
hstangl@gerencialatina.com

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