El carro particular: ¿por qué hay que acabarlo?.

Jorge Ramírez, lector de Dinero.com, dice que el carro particular es una necesidad y que el gobierno simplemente ha empeorado los problemas de tráfico en los últimos años.

16 de febrero de 2006

Con excepción de José Clopatofsky en la revista Motor de El Tiempo, creo que nadie en el país se ha detenido a analizar un poco a profundidad el problema que tenemos los propietarios de vehículos particulares en Colombia, con ocasión de la persecución de que somos objeto por parte de autoridades locales y nacionales. Parece que comprar un vehículo particular fuera un delito mayor que debe ser castigado, y utilizarlo, un agravante que mereciera y justificara toda una colección sui-géneris de medidas agresivas. Es por esto que hoy escribo este artículo para sintetizar un poco la visión de un propietario de carro particular como hay millones en Colombia, en contraposición a la versión que vemos a diario en la prensa de nuestro país. No pretendo hacer una defensa visceral del carro particular sino más bien hacer un análisis objetivo de lo que está pasando y proponer algunas medidas racionales que funcionan en otros países.

Una obligación de los gobiernos locales y nacionales es proveer sistemas de transporte público eficientes y no contaminantes , que al ofrecer mejores soluciones de movilidad con un estándar de confort aceptable, frenen la adquisición de vehículos particulares. No se puede forzar esta transición sin ofrecer alternativas suficientes, de manera que se perjudique el derecho ciudadano a la libre movilización, que es lo que está sucediendo en Colombia.

Nos hemos acostumbrado a que cada día nuestras autoridades de tránsito y transporte, llámense Ministerio del Transporte, Secretarías de Tránsito, DAMA o alcaldías, expidan toda una serie de medidas que limitan y penalizan el uso del carro particular. Al hacer un recuento rápido, nos sorprendemos mucho de su elevado número, lo cual demuestra algo así como una epidemia de medidas, si así pudiéramos llamarla, a la vez que nos damos cuenta de su muy poco o nulo impacto en la resolución del real problema de tránsito, transporte y polución de nuestras ciudades. Veamos un análisis de 7 grupos de medidas que afectan al vehículo particular:

Restricción por número de placa. Es una restricción al uso de un bien privado como son los vehículos. En nuestras ciudades, el carro particular se usa para ir de la casa al trabajo y para pasear el fin de semana, cuando se puede ir por nuestras carreteras. Pues bien, la restricción al menos en Bogotá, impide usarlo para esto por dos días a la semana. Esto es como si Ud. comprara una casa, ó un teléfono celular, y durante el 20% del tiempo no se lo permitieran usar. El impacto económico que tiene no poder usufructuar el bien, repercute desde luego en los costos de producción, y por ende baja la productividad de la ciudad, en un entorno globalizado y competitivo a lo más.

¿Pero, se soluciona algo con esta restricción? Después de 7 años de implantada vemos que no. Tenemos los mismos o peores trancones, menos velocidad promedio en las ciudades, y más, o al menos igual, nivel de polución. ¿Por qué? Muy sencillo: estamos vendiendo el sofá, como remedio para la casada infiel. Ahora quien tenía un carrito particular de año reciente, lo vendió, agregó un par de millones de pesos más y tiene dos más viejitos con diferente placa: resultado, más carros en la calle, y más polución, pues tienen motores más viejos. ¿Quién está ganando?. Los fabricantes de carros colombianos e importados que ahora venden más, según las cifras hay récord de ventas el año pasado con más de 150.000 unidades nuevas. Haríamos bien en evaluar objetivamente esta medida y revisarla, no eternizarla, no sea que nuestras ciudades al perder productividad, movilidad e incrementar la polución, comiencen a perder también empleos al no ser tan atractivas para las inversiones.

Mejorar la organización institucional del Tránsito y Transporte mediante la creación de Autoridades Unicas de Tránsito y Transporte en cada ciudad; Enlazar la Planeación Vial con la planeación de Tránsito y Transporte, enfatizar el desarrollo de sistemas de transporte masivo no contaminante y que optimicen el uso del espacio público, son algunas de las soluciones que pueden implementarse.

Espere la segunda parte de esta columna la próxima semana.

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