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Gerente General de EPM, Federico Restrepo Posada.

BID otorga crédito a EPM por US$450 millones

El BID y EPM firmaron un crédito por US$450 millones para financiar la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales de Bello, la más moderna en su género en América Latina.

26 de marzo de 2009

Esta empezará a funcionar en 2012. Incluye también la construcción del Interceptor Norte, que transportará hacia la planta las aguas residuales de Medellín y Bello.

Según la compañía, EPM da un paso trascendental hacia la descontaminación del río Medellín, la vertiente más representativa de la ciudad, nuevamente con el acompañamiento del BID. Hace 14 años, gracias a un crédito por US$130 millones, ese organismo también financió la construcción de la planta San Fernando, en Itagüí, que recibe y trata las aguas residuales de los municipios del Sur del Valle de Aburrá. Ambas plantas constituyen los pilares del Programa de Saneamiento del Río Medellín, liderado por EPM desde hace 50 años.

El crédito protocolizado este miércoles como preámbulo de la Asamblea del BID, fue suscrito por su Presidente, Luis Alberto Moreno, por el Ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, como garante, y por el Gerente General de EPM, Federico Restrepo Posada. Es el más grande aprobado por esa entidad para un proyecto de tratamiento de aguas residuales.

Su otorgamiento garantiza la continuidad del saneamiento del río, que atraviesa a Medellín de Sur a Norte, y consolida a nuestra ciudad como la primera en Latinoamérica en adelantar un plan de recuperación de este tipo. Es un compromiso asumido por EPM para mejorar el medio ambiente y la calidad de vida de nuestra población, creando las condiciones para un desarrollo económico y social armónico.

Descontaminación gradual
El Programa de Saneamiento del Río Medellín, que además hace parte del Plan de Desarrollo de la ciudad, contempla una serie de obras como la instalación de colectores y redes de alcantarillado, ejecutadas bajo el concepto de “cuencas sanitarias”, para dar solución integral a los problemas de saneamiento. Adicionalmente incluyen la construcción de interceptores paralelos al río y cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales, las dos primeras las de San Fernando y Bello. El proceso de recuperación se cumplirá gradualmente, a medida que se vayan terminando las obras.

La operación conjunta de toda esta infraestructura garantizará niveles de oxígeno disuelto en el río Medellín aceptados mundialmente como indicadores de ríos descontaminados.

La planta de Bello estará localizada en el municipio del mismo nombre, a 10 kilómetros de Medellín. Recibirá las aguas residuales residenciales, industriales y comerciales de Medellín y Bello, los municipios más grandes del Valle de Aburrá, a través de un moderno sistema de recolección y transporte. Tendrá una capacidad de tratamiento de 5 metros cúbicos por segundo y procesará más del 70% de las aguas residuales, para un cubrimiento global, con San Fernando, del 95%.

La idea es que en conjunto las plantas reciban la totalidad de las aguas residuales producidas por la industria, el comercio y las viviendas, y reviertan agua, después de un proceso de tratamiento biológico, químico y físico, en buenas condiciones al río, para su recuperación definitiva.

También el Interceptor
El sistema de tuberías que recoge las aguas residuales de Medellín y Bello las descarga hoy al río. Por ello es imperativo continuar el sistema de transporte de aguas residuales hasta la futura planta de tratamiento Bello.

Con ese propósito, EPM continuará con la construcción de su red de interceptores, encarando la ejecución del que se conoce como “Interceptor Norte de Aguas Residuales”, que tendrá una longitud de 8 kilómetros y un diámetro de 2.4 metros. Por su tamaño y por sus características -6 metros por debajo del cauce del río Medellín-, este interceptor constituye una obra sin precedentes en la historia de la ingeniería antioqueña.