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VIDA EJECUTIVA

Regale para que no lo olviden

Pese a la crisis económica, los obsequios siguen siendo una buena opción para mantener la fidelidad de sus clientes.

31 de agosto de 1998

En épocas de crisis, como la que atraviesa el país desde hace cuatro años, los primeros rubros que se recortan son los de publicidad y relaciones públicas. Muchas empresas han optado por no hacer comerciales o propagandas, pero los productos publicitarios con el logo de la empresa y los detalles para temporadas especiales, como fin de año, siguen siendo una buena opción para mantener la presencia en el mercado.



A través de los años, las compañías han cambiado desde los presupuestos hasta la forma de dar detalles o regalos. Ya no los hacen en forma masiva ni de altos precios y además ampliaron la clase y variedad de artículos que obsequian.



Hoy día las compañías no hacen regalos en forma masiva ni de altos precios. Redujeron sus presupuestos.





Por esta época del año, cuando faltan sólo 4 meses para que se acabe 1998, las empresas ya están analizando cómo van a hacer con los obsequios de navidad, mediante qué sistemas van a comprarlos, en qué cantidades y a quiénes los darán.



Unas saldrán de fábrica en fábrica a seleccionar productos buenos, bonitos y baratos. Otras integrarán equipos en los departamentos de recursos humanos para recorrer las compañías o los centros comerciales, pedir cotizaciones y hacer los pedidos con tiempo suficiente. Algunas empresas podrán contar con la asesoría de las firmas que se crearon desde hace unos años para facilitar esa tortuosa labor.



Precisamente una de las sociedades que se constituyó para prestar ese tipo de asesoría fue Top Line. Hace 9 años María Mercedes Saravia, valiéndose de su experiencia en el campo comercial, notó que faltaba una empresa que proporcionara artículos novedosos que no se consiguieran en el país.





Ahora las anchetas no incluyen sólo licor sino productos para la familia, elementos de bar y artículos que sirven para la casa, opina Marushka Verner, gerente de Atlas Shop.





Top Line, afiliada a Promotional Products Association International (PPA), está en capacidad de ofrecer cerca de 650.000 artículos diferentes importados, de toda clase y para todos los presupuestos.



La señora Saravia señala que la calidad, el respaldo y el cumplimiento son los factores que han mantenido su empresa en el mercado, contrario a otras que aparecen y desaparecen a diario.







Según el tipo de ejecutivo al cual se hará el obsequio, la profesión, el precio promedio y la cantidad de artículos, se presentan al cliente alternativas para que pueda escoger. Top Line trabaja especialmente con compañías multinacionales y entre sus productos más vendidos hay llaveros, relojes, radios, paraguas, maletines y en general artículos que no se puedan conseguir en el país.



Por la recesión económica, las empresas ya no mandan a hacer o regalar productos muy costosos o en grandes cantidades. Como dice la señora Saravia, "ahora se quieren artículos de $5.000 pero que parezcan de $50.000".



El arte, buena opción



Desde hace unos años ha tomado fuerza la idea de obsequiar productos más personalizados, que sirvan más a la gente y permanezcan más tiempo con ella.



Ramón Carreño es un escultor colombiano graduado en escultura y bellas artes en Italia que creó hace 4 años Torano Diseño, una empresa en la que él diseña y produce artesanalmente desde pisapapeles, portalápices o candelabros, hasta pantallas, floreros, mesas de centro y consolas en mármol, bronce y vidrio.



Tiene más de 40 productos diferentes pues regularmente varía los diseños, produce nuevos y deja de fabricar otros.



Sus diseños exclusivos son preferidos por compañías que quieren regalar cosas novedosas a sus ejecutivos o miembros de junta directiva. No los fabrica en forma industrial, sino artesanalmente y por pedido.







Uno de los renglones de mayor venta ­directamente en la fábrica o en el Museo de Arte Moderno de Bogotá­ son los productos promocionales publicitarios que entregan las empresas a sus clientes, no son costosos pero sí de diseños originales.



La decoración consiste en detalles y un buen detalle, bien puesto y bien seleccionado dice mucho de la calidad y de la clase de persona que es, dice Ramón Carreño, al defender su línea de productos.



Pese a la crisis económica se ha mantenido produciendo y vendiendo pues sus diseños son buenos, los materiales son excelentes y los precios son cómodos, al contrario de lo que se podría creer. Uno de los hechos que no ha dejado encarecer sus productos es que los vende él mismo, pues no tiene intermediarios y no se consiguen en almacenes.



Los licores se mantienen



Pese al terreno que han venido ganando los detalles o regalos más personalizados, los licores y las anchetas con diferentes productos siguen siendo preferidos por muchas empresas a la hora de obsequiar.



Colombia es un país en el que se consume abundante licor. En 1997 se vendieron 139 millones de botellas, el 77% de las cuales fueron de aguardiente.





Marushka Verner, gerente de Atlas Shop, dice que el licor siempre será una buena alternativa, la gente lo recibe con gusto y no se presta para que se vuelva a regalar ­o reciclar­ por las personas a las que les dan muchos detalles.



Además, ya no se regala una simple botella de whisky, vodka o vino sino que en las anchetas se incluyen productos para toda la familia (chocolates y galletas), artículos de rancho y accesorios de bar que se pueden usar después. Explícitamente la gente pide no incluir cigarrillos.



Los productos ahora van en pequeños y excluivos muebles de bar, en canastas y en bandejas elegantemente presentadas que sirven para los hogares.



Una buena prueba de que los licores se mantienen entre los preferidos a la hora de regalar son las cifras sobre venta de licores de la Asociación de Industrias Licoreras (Acil) y de una encuesta sobre hábitos de consumo realizada por Invamer Ltda. para Dinero en el pasado mes de julio.



Colombia es un país en el que se consume abundante licor. En 1997 se vendieron 139 millones de botellas de 750 centímetros cúbicos, el 77% de las cuales fueron de aguardiente y muy poco de ron, brandy, aperitivos y otros licores.



Los licores importados legalmente son un porcentaje muy pequeño pues, según Marushka Verner, entre el 90 y el 95% de los que se venden en el país son de contrabando.



De acuerdo con cifras de Acil, en 1997 se importaron 8,6 millones de botellas de 750 centrímetros, en especial whisky y vino y 1,3 millones de litros a granel.



Según la encuesta de Invamer, de 100 personas 35 toman aguardiente, 29 de ellas también beben vodka, 27 toman ron y 21 consumen vino.



En el momento de escoger whisky, de 100 personas 28 prefieren Johnnie Walker Sello Negro, 20 Buchanan's y 19 Chivas Regal.



Sólo Atlas Shop vende 25.000 botellas de licor al año, la mitad de ellas de vino y una tercera parte de whisky.

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