| Foto: Juan Carlos Sierra

PERFIL

Racero: : “soy un demócrata radical”

De los 32 años de vida, el representante de la comisión Tercera de Cámara, David Ricardo Racero Mayorca, lleva 18 años inmersos en la política, gracias a su vocación de servicio que descubrió en su infancia, en el colegio Calasanz, donde fue misionero y hasta pensó en ser sacerdote.

14 de febrero de 2019

Y hubiera sido ‘cura’ si no se le atraviesa la pasión por la docencia, el servicio social, especialmente hacia los jóvenes, la filosofía, y la economía hasta llegar así a la política, influenciado por su padre Jorge Racero quien era miembro del Polo Democrático.

Este bogotano con raíces costeñas –madre vallenata y padre cordobés- se crio en un ambiente de mucho respeto por las ideas y sensibilidad a lo social, así como en un gran interés por la docencia, heredado de su madre quien hoy es pensionada del Sena.

De la influencia vallenata de su madre, Miryam Mayorca conserva el acordeón y la caja, dice que no canta mucho, pero si le gusta bailar, y aunque no ha vivido nunca en la costa Caribe, sus vacaciones en Cartagena y Valledupar le dejaron huella en lo personal y profesional.

Es un gran conversador, pero más que hablar ahora prefiere escuchar a la gente, así como cuando escuchó a los campesinos de Dolores, Tolima, a los reinsertados de la guerrilla y también del paramilitarismo y a las niñas explotadas sexualmente en Ciudad Bolívar y Bosa.

Este encuentro en su adolescencia con la pobreza y la dura realidad, bajo el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, lo llevó a un gran interrogante ¿Por qué el sufrimiento del hombre? y de ahí sus ‘pinitos’ con la filosofía.

Surgieron más preguntas y decidió resolverlas estudiando filosofía en la Universidad Nacional, donde combinó los estudios con su vocación de docente en el colegio George Williams y posteriormente en el Santa Teresita. En el rebusque también llegó a ser empacador de ollas en una empresa, experiencias que lo llevaron a ser más crítico hacia el gobierno y participar en fundaciones hasta llegar, en 2001 a hacer parte del Polo Democrático.

Aterriza en la política

Con la influencia de Gustavo Petro y Carlos Gaviria, entra al Polo Joven y hace el puente a la política. Para 2007 ya había terminado su carrera de filosofía, pero necesitaba ‘aterrizar’ más en la sociedad y empieza así su maestría en ‘Ciencias económicas’.

En 2010, entra más de lleno en la campaña presidencial y se convierte en coordinador de ‘Jóvenes con Petro’. Tras la pérdida electoral se lanza como candidato para ser edil de Chapinero, donde queda en segundo lugar.

A los 26 años llega a la Secretaría Social, y ahí se desempeña como subdirector de Juventud, en la Bogotá Humana, una gestión donde destaca muchos logros, pero también que se invisibilizan ante la guerra de poderes que se sintió.

Esta experiencia lo lleva a lanzarse al Concejo de Bogotá, en donde queda en segundo lugar, después de Hollman Morris. Tras esta pérdida viene también el no al plebiscito de la Paz, un momento de crisis que  lo deja inmerso en una reflexión, no solo a él sino también a la izquierda.

Toma la decisión de “No quiero ser eterna resistencia” y lidera el grupo ‘Actuemos’ una nueva fuerza política, conformada por ocho jóvenes, y retoma su pensamiento de lograr una “democracia radical” en donde se combina la justicia social con las libertades individuales.

Directo al Congreso

Nuevamente, toma impulso y se lanza en elecciones, pero esta vez directo al Congreso, como representante a la Cámara por Bogotá, impulsado por electores nuevos de diferentes corrientes políticas, y con una estrategia donde se combinan las redes sociales y los ‘Mapas de poder político’, una campaña con muy bajo presupuesto, pero innovadora que ahora quiere multiplicar formando líderes.

Del Congreso le ha gustado la respuesta de la gente y mantener la esperanza, y lo que no ha aprendido, y tampoco quiere aprender, son las negociaciones que se dan entre los partidos políticos. Para Racero Mayorca en el Congreso se dan “discusiones entre sordos”.

Ha presentado 30 proyectos solo y con la bancada Alternativa, desde la comisión Tercera destaca el papel crítico en la aprobación de la Ley de Financiamiento,  evitando la ampliación del IVA a la canasta familiar.

Y, aunque participó en los grandes debates sostenidos en el Congreso (Carrasquilla y Odebrecht) considera el legislador que el control político debe ser preventivo, y esa será su nueva bandera.

En su primera legislatura ha aprendiendo a sortear las críticas directas y las que lo golpean indirectamente como el caso del ‘Petrovideo’ y la más reciente, el escándalo de las denuncias contra Hollman Morris, que las califica como un ‘golpe moral’ más que una acción ilegal.

Libros y música

Y mientras comienza en firme la actividad legislativa en un año electoral, investiga los efectos que tendrán proyectos clave como el Plan Nacional de Desarrollo  -PND- sin dejar de lado sus estudios de doctorado en ‘Estudios políticos y relaciones internacionales’ en la Universidad Nacional.

Además de congresista David se ‘estrena’ como padre de la pequeña Isabela de 6 años de edad y de Mishu, un minino que no se le despega ni un segundo. Su esposa, Mariana Hernández ha sido clave en su vida, así como sus padres que siguen siendo su ‘referente’.

La disciplina de vida, inculcada por su madre, la lleva también a sus hobbies: la lectura –actualmente lee ‘Pa que se acaba la vaina’ de William Ospina- una afición que complementa con ver películas de drama y confiesa que ha abandonado tocar sus viejos amigos: el acordeón y la caja, aunque los mantiene en su sala, por si acaso sale una parranda vallenata.