El sistema de pensiones vigente en Colombia está compuesto por tres regímenes. El primero es el de Prima Media, en el cual los afiliados obtienen una pensión definida con antelación. El segundo es el de Ahorro Individual, bajo el cual sus beneficiarios tienen derecho a una pensión mensual a cualquier edad, si el capital acumulado en su cuenta les permite obtener una mesada superior al salario mínimo. El tercero es el Exceptuado, cuyas pensiones tienen normas especiales de liquidación y cálculo diferentes a los dos primeros.A pesar de la diversidad de regímenes, el sistema pensional colombiano tiene una baja cobertura (30%), que contrasta con el promedio en América Latina (64%). Además, el régimen de Prima Media es inequitativo, desbalancea las finanzas públicas y será insostenible en el largo plazo. La transición demográfica que implica el envejecimiento de la población agrava estas características.La baja cobertura del sistema es el resultado del racionamiento que implica la operación del régimen de Prima Media, el cual tiene una alta proporción de los afiliados (27%) y la mayor de los pensionados (95%), en razón de su antigüedad. En este régimen en la actualidad una parte de los trabajadores formales financia con sus cotizaciones las pensiones de una pequeña proporción de los adultos mayores, pero el resto de ellos en el país no tiene el acceso a una pensión de jubilación. Muchos de sus actuales beneficiarios fueron trabajadores del Estado, quienes accedieron a la pensión en unas condiciones privilegiadas, gracias a las cuales los pagos que reciben superan los aportes que hicieron mientras estuvieron activos, por cuenta de un alto subsidio que se les hace con cargo a los recursos públicos. Por eso el régimen de Prima Media también es un generador de inequidad: cerca de dos terceras partes del subsidio está concentrado en 20% de las pensiones más altas.Recomendado: Descubra con esta tabla cuál fondo de pensiones es el más convenienteDesde el siglo pasado Colombia está en un proceso de transición demográfica durante el cual las tasas de mortalidad (desde la década de 1930) y de natalidad (desde la de 1960) disminuyeron de manera pronunciada. Por estas causas, después de completar la primera parte de esa transición, su población maduró. Hacia adelante, con base sobre todo en un descenso de la tasa de natalidad, la población colombiana continuará envejeciendo.Sin embargo, Colombia no ha sufrido todavía con rigor los efectos del envejecimiento de su población. En la actualidad el país tiene un bono demográfico que quizá se extienda durante otros cinco años. Gracias a él, la tasa de dependencia –la proporción de la población que no está en edad de trabajar respecto de la que sí lo está– se encuentra en valores mínimos. Por tal motivo, la relación entre la población activa y los mayores de 65 años aún es favorable (6,7), comparada con la de otros países como Chile (4), España (2) y Japón (1). En estas condiciones, si todos los trabajadores fueran formales, el régimen pensional de Prima Media sería sostenible en el mediano plazo. Asofondos estima que a lo sumo durante un periodo de 15 años.No obstante, según este gremio, la alta informalidad laboral (50%) hace que la relación entre los trabajadores que cotizan a la seguridad social y los adultos mayores sea apenas de 2. Por esta causa, en su concepto, el régimen de Prima Media es insostenible. Esta situación se agravará por el envejecimiento de la población y la necesidad de aumentar la cobertura para disminuir la pobreza de los adultos mayores.

Foto: Sergio Clavijo, Presidente de Anif / Griselda Restrepo, Ministra de Trabajo / Santiago Montenegro, Presidente de Asofondos.Una reducción de la informalidad laboral mejoraría su sostenibilidad. Para ello habría que reducir el valor del trabajo formal, que es alto por los elevados costos laborales no salariales y por un salario mínimo que se aproxima mucho a la remuneración promedio. El alto costo del trabajo formal conduce a que la mitad de los ocupados sea empleada con una remuneración menor que el salario mínimo.Puede interesarle: Estos son los principales riesgos para las finanzas de los colombianosSin embargo, incluso en el caso de reducir la informalidad, el envejecimiento de la población y la necesidad de ampliar la cobertura harían que el régimen de Prima Media fuera inviable en el largo plazo.Como este régimen agotó sus reservas, opera con un déficit que aumenta el del gobierno nacional. En la actualidad, por ejemplo, el gasto de recursos del Estado en el pago de las pensiones del régimen público equivale al déficit del gobierno nacional central del año pasado (4% del PIB). Por causa de la alta inequidad de este sistema en el país, la financiación de su faltante con unas cuantiosas transferencias del Estado es uno de los motivos por los cuales el gasto público en Colombia contribuye muy poco a reducir la desigualdad.Sin modificaciones en los parámetros actuales del régimen de Prima Media, el envejecimiento de la población y la necesidad de aumentar la cobertura conduciría a sostener un cuantioso volumen de las transferencias que se le hacen de los recursos públicos. En un escenario de duplicación de la cobertura (a 64% de la población mayor de 65 años), Anif calcula esas transferencias en 2,4% del PIB. Con ello se dificultaría en el mediano plazo la consolidación de las finanzas públicas y el logro del objetivo de la política fiscal de reducir la desigualdad. Para evitarlo habría que aumentar la edad de jubilación, incrementar la tasa de las cotizaciones y disminuir el valor de la pensión promedio, por medio de una menor tasa de reemplazo –que es la proporción de la pensión respecto del salario–.Por tanto, la baja cobertura del sistema pensional en Colombia, junto con la inequidad e insostenibilidad del régimen de Prima Media hacen necesaria una reforma. Anif y Asofondos han propuesto algunos elementos para llevarla a cabo. Estos incluyen el marchitamiento del régimen de Prima Media, para unificar las condiciones del pilar contributivo, de manera que sea autosostenible, con base en el pago de unas pensiones proporcionales a los aportes, sin que se requiera la transferencia de fondos públicos para subsidiarlas. Debe preservarse un pilar solidario para los más pobres y vulnerables, fondeado en parte con las contribuciones y en parte con la transferencia de los recursos públicos. También se requieren ajustes a los parámetros actuales, como una reducción de la pensión mínima, una disminución de la tasa de reemplazo, un incremento en la edad de jubilación y un recorte de la pensión sustitutiva que heredan la viuda y los hijos.¿Se atreverá el próximo gobierno a llevar a cabo una reforma pensional, con base en estos elementos, para pagar parte de la deuda social que tiene el país con su población mayor?Lea también: Fondos de pensiones de renta variable tienen los mejores rendimientos en julio