“En total, en Colombia puede haber 1.000 empresas entre organizaciones públicas y privadas, que se están aplicando los modelos que promueve la Corporación Calidad y Fundibeq”, comentó el directivo.

¿Hora de importar ejecutivos?

Si las empresas colombianas quieren crecer más rápido, deberían acelerar la contratación de personas que conozcan mercados y tecnologías nuevas. Para atraer ejecutivos, el país debería crear una nueva visa de directivos como la que tiene Perú

7 de septiembre de 2010

La situación es fácil de describir. Para formar un ingeniero o un administrador se necesitan cinco años y para que tenga experiencia relevante en algún campo, quizás se requieran cinco. Entonces para que las empresas del país crezcan a la velocidad que necesitan, habría que esperar, muchas veces más allá del tiempo que dura una buena oportunidad de mercado.

Pero también está la opción de acelerar el proceso, con talentos importados. Gente que conozca bien los mercados a los que pretenden entrar, o las técnicas para operar una tecnología nueva. De otra forma se necesitarían inversiones enormes o tolerar más riesgos para desarrollar los proyectos.

Colombia no tiene un récord particularmente malo en materia de contrataciones de extranjeros, pero sin duda, tampoco es una maravilla de la inmigración.

La firma de consultoría Ernst & Young hizo un análisis con la Cancillería, el ministerio de Protección y Presidencia, sobre las condiciones para funcionarios extranjeros en varios países de América Latina. Encontró que Colombia es uno de los países más rápidos en la expedición de permisos temporales de trabajo.

En Colombia como en Argentina, Brasil, Chile, México, Perú y Costa Rica, que son los demás países del estudio, se confiere un permiso temporal mientras se expide la visa de trabajo. En esto, el país es particularmente eficiente. El certificado de proporcionalidad que expide el Ministerio de Protección y que establece que la empresa contratante no supera el número de extranjeros en su nómina, se demora 1 ó 2 días mientras que en los demás países se toma hasta dos meses y medio. Además en Colombia es el único país de América Latina donde se puede solicitar este permiso por internet, explica Carlos Sandoval, consultor de recursos humanos de la firma Ernst & Young Colombia.

Pero es casi lo único en lo que Colombia es el mejor del grupo. La legislación colombiana es más restrictiva que las de México, Chile, Perú y Brasil, en que si bien establece que como máximo el 20% de los empleados de una empresa pueden ser extranjeros, (Brasil permite el 33%, pero los demás están dentro del rango colombiano), los demás países permiten que se supere este número cuando se trata de personal directivo o calificado.

Las visas de trabajo en Colombia son más lentas. Se tardan de 1 a 3 meses, mientras en Perú se toman 30 días hábiles. Las visas de negocios también. Se expiden en una semana, cuando en Perú se toman 3 días hábiles.

Pero incluso la velocidad en el trámite del permiso temporal pierde mérito si se considera que Chile permite que los extranjeros trabajen allá mientras se tramitan los papeles. “Lo anterior mejora la competitividad de dicho país respecto de la legislación colombiana”, dice el informe de Ernst & Young.

Pero en lugar de tratar de acelerar más los trámites, la solución para las dificultades colombianas podría estar en la creación nuevas categorías de empleados. En los demás países hay visas de directivos, trabajadores estacionales o de servicios técnicos, que facilitan la contratación de funcionarios internacionales.

En opinión de Carlos Sandoval, Colombia resolvería una buena parte de los problemas que entorpecen la contratación de ejecutivos de primer nivel para empresas que operan en el país, si estableciera una visa de directivos como las peruanas. Con ella se les permitiría a los ejecutivos extranjeros trabajar durante el primer año, solamente acreditando su experiencia.

En las circunstancias actuales, ellos deben acreditar sus estudios convalidando su diploma en el Ministerio de Educación. Esto se toma de 2 a 5 meses. Además de eso, deben sacar su tarjeta profesional colombiana llevando la resolución de convalidación al consejo profesional nacional de su profesión.

Muchas veces las certificaciones profesionales no tienen sentido. Cuántos presidentes que tienen alguna profesión técnica, ya no la ejercen en su puesto de dirección. Pero en Colombia una persona que no tiene título universitario para mostrar - como Steve jobs por ejemplo -, nunca podría trabajar.

Para agravar el asunto, el trámite en los consejos profesionales, muchas veces solo es formal, sin gran fondo. El del Consejo Profesional Nacional de Ingeniería, Copnia, por ejemplo, solo puede ser negado si hace falta alguno de los cinco documentos que exigen: una carta de solicitud de la empresa contratante en la que se explique por qué se contrata al extranjero, fotocopias del diploma traducido y consularizado o apostillado, del pasaporte, del contrato de trabajo y el recibo de consignación por los derechos de $515.000 por la tarjeta profesional. Con todo, la vuelta se demora 45 días.

Lo requisitos varían de acuerdo con la profesión. En el Consejo Profesional de Administración de Empresas, además del título, piden la visa de residente del solicitante. Esta sociedad que estaría llamada a darle crédito a la experiencia de los gerentes no lo hace. Solo puede expedir tarjetas profesionales para quienes hayan estudiado administración negocios en la universidad. De nuevo la experiencia en gestión no tiene valor.

Discutir sobre inmigración es un asunto mal recibido en economías con desempleos elevados como el colombiano. No obstante, la llegada de expertos a los cargos directivos de algunas empresas nacionales no harían otra cosa que mejorar la ecuación laboral para el país. Cualquier economista podría estar de acuerdo en que la forma de hacer crecer el empleo está en que las empresas sean grandes y productivas. Y directivos con experiencia, en especial los que conocen las últimas tecnologías y los secretos de los mercados internacionales, son perfectos para que esa premisa se cumpla.