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Quién está detrás de la megacompra de Sura

Cómo es Andrés Bernal, el vicepresidente de Inversiones del Grupo de Inversiones Suramericana, que orquestó un grupo de 319 personas en el proceso de compra de los negocios de pensiones y seguros del holandés ING.

Santiago Gutiérrez Viana
28 de julio de 2011

Corredor de Rallies hasta que nacieron sus dos hijos, el vicepresidente de Inversiones del Grupo de Inversiones Suramericana, Andrés Bernal, terminó el lunes la competencia más compleja y más gratificante: orquestar la mayor compra empresarial de la historia colombiana.

Encabezó la adquisición del negocio de pensiones y seguros del banco holandés ING en América Latina, que le costó a Inversura US$3.700 millones.

Andrés Bernal, administrador de negocios la Universidad Eafit, tenía a su cargo coordinar un pequeño ejército de 319 personas que trabajaron simultáneamente en seis países. Había ocho grupos de abogados, firmas de consultoría gerencial, bancos comerciales, bancos de inversión, financieros y comunicadores.

En apenas tres meses, hicieron una oferta no vinculante, analizaron los datos de la operación latina del ING, estructuraron la financiación de la compra, corrieron los modelos financieros para hacer una segunda oferta esta sí vinculante, evaluaron y resolvieron problemas jurídicos, tributarios y de regulación y finalmente el 20 de julio recibieron la noticia de que el ING aceptaba la propuesta del grupo antioqueño para comprar las 41 sociedades que integraban el paquete de activos adquiridos.

El miércoles, el día de la entrevista, acababa de llegar de México donde les explicó junto con el presidente de Inversura, David Bojanini, la adquisición a las autoridades, a los analistas y a los clientes de ese país. Su aspecto, feliz aún a pesar del trasnocho de varias semanas.

Su carrera comenzó en 1993 cuando se vinculó al Grupo como practicante de Corfinsura. Después de hacer una maestría en Emprendimiento en Babson College, regresó a Corfinsura a trabajar en Banca de Inversión. Luego, en 2004 con el retiro de Nicanor Restrepo de la dirección del Grupo, su sucesor, Juan Camilo Ochoa lo llevó a la vicepresidencia de Inversiones de Inversura.

Su trabajo en el Grupo Empresarial le ha permitido encarar algunos de los negocios más importantes del país. Estuvo en la fusión de Corfinsura y Conavi con Bancolombia, una transacción que unió activos por $5,6 billones. 

Diseñó la compra de Agrícola de Seguros, la reestructuración organizacional del Grupo, hizo la primera emisión en el país de bonos a 40 años, listó a Inversura en las bolsas Latibex en España y en Nueva York, consiguió que las calificadoras de riesgo les dieran grado de inversión hace tres meses. También tuvo a su cargo la tarea de hacer una emisión de acciones en Estados Unidos. La oferta fue de US$300 millones y la demanda alcanzó la impresionante suma de US$5.200 millones.

¿Curtido? No cabe duda. Su oficina en el edificio de Suramericana está llena de tumbstones, esos bloquecitos de acrílico con el aviso de prensa que anuncia el cierre de una operación. “Ya no volvieron a darlos”, se queja con un poco de nostalgia. Ahora la colección de éxitos se tendrá que exhibir de otra forma.

Muy seguramente se los podrá contar a algunos de sus compañeros en sus juegos de golf, un pasatiempo que quizás podrá mejorar el año entrante después de que le paguen la compra al ING. “El hándicap es inversamente proporcional al tiempo que se trabaja”, dice para exc usar su desempeño más bien flojo en ese deporte que empezó a practicar cuando su esposa le sugirió dejar los carros. Hizo caso, pero no del todo. Todavía sigue compitiendo en cuatrimotos, como para no olvidar episodios como cuando corrió en el 97 en un Ford Falcon, un rally desde Panamá hasta Alaska.

Así es Andrés Bernal, un hombre de familia, con buen pulso y calma para situaciones complejas, pero amante de la adrenalina. Por eso, no sería de extrañar que de su oficina salga muy pronto, más pronto de lo que muchos esperan, una nueva jugada osada y bien manejada.