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La guerra de las patentes sube de tono

Google ofreció US$900 millones por el portafolio de patentes de Nortel Networks, la empresa de telecomunicaciones canadiense que se encuentra en bancarrota.

5 de abril de 2011

Dichos registros de propiedad intelectual ayudarían a Google a protegerse de posibles demandas legales contra su navegador Chrome y su sistema operativo para celulares Android, que han recibido ya decenas de demandas en tribunales por presunta violación de derechos.

Las patentes se están convirtiendo en los codiciados trofeos de la propiedad intelectual en el mundo digital. Expertos le dijeron a la BBC que creen que el precio final que se puede pagar por los registros de Nortel podría superar los US$1.000 millones de dólares e incluso alcanzar US$2.000 millones.

La cantidad de dinero ilustra lo feroz que se ha vuelto la guerra de las patentes en la que empresas como Apple, Google, Nokia, HTC, Microsoft y Oracle se encuentran involucradas.

Las empresas de tecnología suelen solicitar la patente -los derechos exclusivos de creación y explotación- para todas sus invenciones, con el fin de evitar que sean utilizadas por la competencia y para poder lucrarse con ellas.

Según las leyes de Estados Unidos, para que una patente sea otorgada, la invención debe ser tanto novedosa como "no obvia", es decir, que sea algo que resulte de un esfuerzo creativo y no de una idea que se le pueda ocurrir a cualquiera.

Sin embargo, esto no siempre suele ocurrir en la práctica. Algunos analistas sugieren que las patentes suelen otorgarse a productos que distan mucho de ser creativos. También se argumenta que la diferencia entre patentes suele ser borrosa dejando la puerta abierta a múltiples interpretaciones y litigios en los tribunales.

La importancia de Nortel
Google está convencido de que las demandas legales no son lo que parecen.

"El sistema de patentes debe recompensar a quienes crean las innovaciones más útiles para la sociedad, no a los que presentan quejas falaces o establecen demandas dudosas", aseguró Kent Walker, abogado general de la empresa. "Si somos exitosos, esperamos que este portafolio no sólo ayude a desincentivar a quienes quieran demandar a Google, pero también nos ayude a seguir innovando", escribió Walker en el blog de la empresa. 

Pero la oferta de la empresa podría ser superada por otras, dando pie así a una guerra de subastas por las patentes de Nortel.

El buscador está detrás de sus competidores en lo que a registros se refiere, al contar sólo con 630 invenciones documentadas con las autoridades de EE.UU., frente a 3.800 de Apple y cerca de 18.000 de Microsoft. Y en los últimos 12 meses ha recibido más de 37 demandas en su contra por violación de patentes, sobre todo por su sistema operativo Android. "No es como que Google resolverá el problema de las demandas contra Android con la compra de los derechos de Nortel", dijo a la BBC Florian Mueller, experto en patentes. "Están viniendo de atrás y finalmente reconocieron que deben hacer algo con respecto a la debilidad de sus patentes", aseveró Mueller.

Las patentes son los únicos activos que le quedan por vender a la empresa Nortel que se declaró en bancarrota en 2009. Muchas de ellas no tienen nada que ver con el negocio de Google, pero eso no significa que no interesen a la empresa. "Asumiendo que adquieran esas patentes, creo que serán armas de negociación cuando se trate de discutir la licencia de sus productos con otras compañías que cuenten con patentes que le interesen a Google", aseguró el experto.

Pero según el blog tecnológico "GeekWire", Microsoft asegura que en 2006 firmó una alianza estratégica con Nortel que le da derecho a usar las patentes de la empresa, aún si cambian de dueño. "La guerra de las patentes será más dura y más cara", dijo un analista de la empresa de investigación IDC.

Quizá por ello el Congreso de EE.UU. está discutiendo reformas a la ley de patentes para evitar que las constantes demandas frenen la innovación. La discusión, por supuesto, es seguida de cerca por las empresas tecnológicas.