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Ventas minoristas de zona euro bajaron 3,1% en junio, la mayor caída desde 1996.

5 de agosto de 2008

BRUSELAS- Las ventas minoristas de la zona euro sufrieron en junio su mayor caída anual, de acuerdo con los datos del martes, en una nueva señal de una desaceleración económica que podría convencer al Banco Central Europeo de que debe mantener sin cambios las tasas de interés.

Las ventas minoristas, un volátil indicio de la demanda del consumidor, bajaron 3,1 por ciento en términos interanuales en la zona euro de 15 países, la mayor caída anual desde que empezaron las mediciones en 1996, dijo Eurostat, oficina de estadística de la Unión Europea.

A nivel mensual, la caída fue de 0,6 por ciento.

"Es realmente malo (...) no podemos descartar un trimestre de crecimiento negativo, estamos cerca de eso," dijo Gilles Moec, economista de Bank of America.

Economistas encuestados por Reuters habían previsto una disminución mensual de 0,6 por ciento y una caída anual de 1,2 por ciento.

Eurostat revisó a la baja sus datos de ventas minoristas para mayo, a un incremento de 0,5 por ciento mensual desde el aumento reportado inicialmente de 1,2 por ciento.

También modificó a la baja la cifra anual para mayo, a un descenso de 0,1 por ciento desde un incremento estimado previamente de 0,2 por ciento.

Los números, los últimos de una serie de datos desfavorables que apuntan a una desaceleración en la zona euro, y quizá incluso una contracción, reforzaron las previsiones de que el BCE dejará las tasas de interés sin cambios este año.

"Las cifras de las ventas minoristas de la zona euro para junio son las últimas de una serie de datos económicos muy débiles que fortalecerán la posición de los moderados del consejo de gobierno del BCE para bloquear los pedidos de más ajuste de la política monetaria," dijo Martin van Vliet, economista de ING Bank.

Los funcionarios del BCE se reúnen el jueves y se prevé ampliamente que mantengan las tasas sin cambios. El banco incrementó su tasa principal a 4,25 por ciento desde 4,0 por ciento a inicios de julio para combatir el resurgimiento de la inflación.

La economía de la zona euro se frena a medida que los altos precios de los alimentos y la energía golpean al poder adquisitivo, mientras que la fortaleza del euro perjudica a los exportadores.

 
(Reuters)