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Venezuela dice que detuvo agentes colombianos

El vicecanciller para América Latina y el Caribe, Francisco Arias Cárdenas, indicó el martes que fueron capturados agentes de la policía secreta colombiana y que se presentarán las pruebas de las supuestas labores de espionaje que realizaron.

27 de octubre de 2009

Caracas — En declaraciones divulgadas por la estatal televisora Venezolana de Televisión, Arias indicó que estos funcionarios del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), o policía secreta colombiana, detenidos por cuerpos de seguridad del estado, "fueron capturados realizando acciones de espionaje".

Arias Cárdenas destacó que Venezuela no desea "distracciones sobre una cosa tan grave como la captura de sujetos del DAS con planes contra el Gobierno de Venezuela".

"Esta actividad afecta y daña las relaciones entre ambos países", dijo.

Agregó que a los funcionarios del DAS se le encontraron "planes de desestabilización" contra "el gobierno, nuestro pueblo y nuestra democracia".

Horas antes, la embajadora de Colombia en Venezuela, María Luisa Chiappe, aseguró que más allá de señalamientos de Caracas contra Bogotá, el caso del asesinato de 10 personas, la mayoría colombianas en una zona de frontera, era un hecho "sin precedentes" que revelaba la "alta peligrosidad" de las regiones limítrofes.

Chiappe, en una entrevista desde Caracas con la radio colombiana Caracol, dijo carecer de informes o confirmar la presunta presencia en territorio venezolano de agentes del DAS, en labores de espionaje, como afirmó el lunes en una nota de protesta el gobierno del presidente Hugo Chávez.

Dijo que más allá de esos señalamientos de Caracas, el tema de fondo era el asesinato del grupo, que había sido reportado como secuestrado el 11 de octubre en una localidad del municipio Fernández Feo, en el estado venezolano de Táchira, en la frontera.

Los cadáveres de 10 hombres baleados aparecieron el sábado en distintos puntos del Táchira. De la matanza hubo un sobreviviente, un joven colombiano quien es atendido en un hospital militar en Caracas. Hasta ahora las autoridades de los dos países manejan diversas hipótesis sobre las causas de la matanza y que van de una probable acción de grupos guerrilleros, mafia hasta paramilitarismo.

"No tengo conocimiento de personal del DAS realizando esas actividades en Venezuela. No voy a especular y sobre todo no voy a caer en provocaciones. Me parece que eso es lo más importante y no desviarnos del punto central que es la gravedad del hecho, de una masacre, donde fueron víctimas 10 personas", ocho de ellas colombianas, un venezolano y un peruano, dijo la embajadora.

Y "cualquiera que sea el autor (de la masacre), la gravedad sería la misma porque son hechos sin precedentes que nos están señalando que la frontera se ha vuelto un sitio de alta peligrosidad y que tenemos que ocuparnos los dos países de ese tema", indicó.

"No sé si estarían (los ocho colombianos) de ilegales en Venezuela, pero en este momento eso no tiene ninguna importancia. El hecho es que fueron víctimas de un hecho atroz y que ese hecho debe poner el dedo sobre la llaga, sobre el principal problema que tiene la relación binacional. Repito es la seguridad de la frontera, nosotros tenemos que trabajar conjuntamente en ello", dijo Chiappe.

Por su parte, Jairo Moisés Martínez, cónsul colombiano en la población venezolana de Barinas, cercana a la frontera; dijo que en la jornada intentaba confirmar con autoridades policiales denuncias sobre otros colombianos desaparecidos.

Martínez, en breve diálogo telefónico con AP, dijo carecer de detalles y no poder brindar mayores datos. Sin embargo, más temprano Martínez dijo a la radio colombiana RCN que se trataba de denuncias de parientes de al menos cinco colombianos que estaban desaparecidos desde agosto y cuyos cuerpos habrían sido encontrados más tarde muertos por asfixia en circunstancias no determinadas.

El hecho se habría producido en la localidad de Socopó, en Barinas, y en el grupo desaparecido además estaba un sexto ciudadano, pero venezolano, dijo Martínez a la emisora. Los cinco colombianos, de acuerdo con las familias, trabajaban en construcción, pequeños comerciantes y venta de helados en Barinas, aseguró.

Aunque en la frontera colombo-venezolana de más de 2.000 kilómetros de extensión con frecuencia se producen delitos que van desde robos, contrabando, secuestros hasta extorsión y paso de drogas, casos como el del asesinato de la decena de hombres no se reportaban en tiempos recientes.

 


(AP)