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Transporte semi paralizado en Bogotá

La policía capturó a 19 personas por provocar desórdenes y dañar los vehículos de transporte público.

25 de mayo de 2006

En vísperas de las elecciones presidenciales del domingo subsiste la agitación social con un nuevo paro de los empresarios del transporte que dejó sin autobuses importantes sectores del sur de Bogotá.

Centenares de miles caminaron o usaron bicicletas para llegar a sus trabajos después que la Asociación de Pequeños Empresarios del Transporte (Apetrans) retiró de las calles alrededor de 24.000 autobuses en protesta por medidas ambientales y cambios en las rutas decretados por la Alcaldía.

 

El presidente de la Apetrans, Alfonso Pérez, declaró a la AP que "la gente ha respaldado el paro, solo el 10% de transportistas están prestando el servicio".

 

Según Pérez, el 75% de la ciudad no tiene transporte público.

Hasta ahora no hay acercamiento con el alcalde Luis Garzón porque "se cree superdios, no hemos tenido ninguna conversación con él", afirmó el dirigente gremial.

Algunos taxistas apoyaron la protesta y bloquearon algunas calles y varios autobuses que prestaban servicio fueron apedreados, informó el general Luis Gómez Heredia, comandante de la policía de Bogotá.

 

La policía capturó a 19 personas por provocar desórdenes y dañar los vehículos de transporte público, agregó.

 

Garzón no se ha pronunciado respecto a los alcances de la paralización del servicio.

Transmilenio, el servicio de transporte masivo que usa autobuses articulados, funcionaba a su máxima capacidad. Regularmente transporta un millón de pasajeros, una cuarta parte del total de personas que se movilizan diariamente.

A inicio de mayo los transportistas paralizaron durante poco más de un día la ciudad, con la misma demanda de reformar las rutas, pues alegan que fueron marginados de las más rentables, las que quedaron atendidas sólo por Transmilenio.

 

El país, además, registra huelgas en el poder judicial y la industria del carbón. Simultáneamente la guerrilla de las FARC han atacado a policías, bases militares y asaltos en carreteras creando un clima tenso poco antes de las elecciones.

 

Los empleados del poder judicial completaron dos semanas de paro en demanda de aumentos salariales del 18% y "continuará indefinidamente pues el gobierno no ha atendido nuestras peticiones", dijo Fabio Hernández, presidente de Asonal Judicial, el sindicato que agrupa a 38.000 miembros.   Igualmente unos 4.000 trabajadores de las minas de carbón de la Jagua de Ibirico y La Loma, al norte del país, están en huelga en demanda de aumentos salariales.  
Las clases en las universidades públicas Nacional y de Antioquia, las dos mayores de Colombia, fueron suspendidas hasta el martes próximo, debido a la agitación que también se ha extendido a varios centros de educación superior.