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Trabajadores portugueses en huelga masiva contra austeridad

Los trabajadores portugueses lanzaron una huelga general para protestar contra las medidas de austeridad exigidas a cambio de un rescate de la Unión Europea, diseñado para mantener a la nación a flote y contener el deterioro de la crisis de deuda de la zona euro.

24 de noviembre de 2011

El tráfico aéreo, los trenes y los servicios públicos estaban interrumpidos en una acción masiva contra la pérdida de empleo, la suba de impuestos y los recortes de salarios acordados entre Portugal y la troika de prestamistas formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.

Todos los vuelos internacionales hacia y desde Lisboa y Oporto fueron cancelados durante las 24 horas de huelga, según el sitio web de la autoridad de aeropuertos ANA, y sólo operaban servicios mínimos que conectan a Portugal continental con las islas de Madeira y Azores.

"¡La huelga es general, el ataque es global!", gritaban los manifestantes en el aeropuerto de Lisboa, en referencia a lo que los sindicatos acusan como un ataque contra los derechos de los trabajadores.

El Gobierno de centroderecha de Portugal debe cumplir con las condiciones de la UE para recibir un rescate de 78.000 millones de euros (US$100.000 millones), en medio de su peor crisis económica en décadas.

El anterior Gobierno socialista colapsó en marzo luego de que no obtuvo el apoyo del Parlamento a su propio paquete de austeridad y tuvo que pedir el rescate.

En Oeiras, en las afueras de Lisboa, la policía tuvo que escoltar a camiones municipales de basura en medio de un grupo de manifestantes, pero no hubo reportes de violencia. Las cortes ordenaron que se presten servicios públicos esenciales a lo largo de la jornada de protesta.

"Con lo que está haciendo la troika aquí, creo que tenemos motivos para la huelga. Pago mi seguridad social desde 1981, ¿por qué me voy a quedar sin una parte de mi bono de Navidad? Creo que está mal", dijo Carlos Silva, un mecánico de 45 años.

Portugal fue el tercer país de la zona euro en pedir un rescate, después de Grecia e Irlanda, y ahora se dirige a su recesión más profunda desde que volvió a la democracia en 1974. Se prevé que su economía se contraerá un 3% el próximo año.

En su campaña para reducir el déficit fiscal y la deuda, el Gobierno ordenó impopulares medidas como recortes de las bonificaciones de fin de año para todos los trabajadores este año y cancelaciones de los bonos de fin de año y vacaciones para todos los empleados públicos en el 2012.

Durante semanas, han proliferado los carteles en las calles de Lisboa instando a los trabajadores a ir a la huelga, mientras el Gobierno insiste en que no hay alternativa al doloroso paquete de austeridad.

El primer ministro, Pedro Passos Coelho, quien llegó al poder en junio, dijo que la prioridad del país es vencer la crisis de la deuda. "Me corresponde a mí tratar de movilizar a los portugueses cada día para que contribuyan a la transformación de Portugal", declaró.

Si bien los portugueses no tienen una tradición de protestas violentas, la perspectiva de las duras medidas de austeridad, que entrarán plenamente en vigor el año que viene, podrían avivar el apoyo y hacer que la huelga sea significativamente mayor que la que se celebró el año pasado.

Reuters