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Suiza rompe la tradición del secreto bancario

13 de marzo de 2009

(BERNA) El gobierno suizo anunció el viernes que cooperará en los casos de evasión fiscal internacional, acabando con una larga tradición de proteger a los extranjeros acaudalados sospechosos de esconder sus fortunas en cuentas numeradas.

Aunque el gobierno insistió que mantendrá sus normas fundamentales del secreto bancario, aclaró que otros países recibirán ahora la cooperación de Suiza en los casos en que aporten pruebas fehacientes de evasión fiscal. Hasta ahora, los bancos sólo facilitaban esa información cuando los acusados eran encausados, y no en los casos de meras sospechas de evasión fiscal por parte de las autoridades fiscales de un país.

"Queremos que esa ayuda quede limitada a casos individuales para evitar expediciones de pesca", dijo en una conferencia de prensa el presidente Hans Rudolf Merz, en referencia a la práctica de solicitar información sobre muchos individuos por el mero hecho de tener cuentas secretas en Suiza con la esperanza de descubrir algunos evasores fiscales.

Suiza espera con ello evitar ser incluida en una lista negra por parte de las potencias mundiales cuando se reúna en abril para analizar sus gestiones contra la evasión fiscal.

Además, mantiene una disputa con Estados Unidos ante la insistencia de Washington de recabar información sobre sus ciudadanos acaudalados que mantienen cuentas numeradas en el mayor banco helvético, UBS AG, llamado antiguamente Union Bank of Switzerland.

Las autoridades suizas entregaron a las estadounidenses información sobre 300 norteamericanos acaudalados sospechosos de haber cometido fraude fiscal, pero se niegan a identificar a unos 50.000 más.

El banco, y el gobierno, dijeron que esa cooperación violaría la ley helvética, que distingue entre el fraude fiscal y la mera evasión fiscal.

Merz dijo que el país adoptará ahora normas establecidas por la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, con sede en París, sobre la colaboración para reprimir la evasión fiscal. Suiza se había negado a adoptar esas normas desde que fueron elaboradas en el 2000 por temor a comprometer sus normas del secreto bancario, una de las razones de la riqueza helvética.

"El secreto bancario no protege los delitos fiscales", dijo Merz. El cambio, agregó, "aumentará la aceptación del centro financiero (suizo) y dará a los clientes una mayor confianza", además de proteger puestos de trabajo en un sector que emplea miles de personas en Suiza.

Empero, indicó que Suiza mantendrá la confidencialidad de sus clientes a no ser que los gobiernos extranjeros aporten pruebas fehacientes en casos de evasión fiscal. La nueva cooperación de Suiza entrará en vigencia tras la firma de acuerdos con los gobiernos que brindes a los bancos suizos nuevas oportunidades financieras, agregó.

Merz hizo el anuncio al día siguiente que Liechtenstein cediera a las presiones extranjeras al adoptar esas normas en un intento similar de evitar ser tildado de paraíso fiscal en el que los acaudalados pueden esconder sus fortunas. Otros paraísos fiscales — incluyendo Andorra, Bermuda y las islas de Jersey y Guernsey, en el Canal de la Mancha — indicaron el mes pasado que abrirán sus cuentas bancarias a los inspectores extranjeros.

Suiza ha intentado encontrar una estrategia para preservar su secreto bancario al mismo tiempo que satisface las demandas de Estados Unidos, Francia, Alemania y otros gobiernos extranjeros que intentar reprimir la evasión fiscal. la confidencialidad de las cuentas bancarias es uno de los pilares de la sociedad suiza, junto a la neutralidad.

 

 

(AP)