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Socorristas empezaron a entregar comida a mineros en Chile

Socorristas comenzaron el lunes a entregar comida a 33 operarios atrapados desde hace 18 días en una mina subterránea en Chile, un día después de que constataran que milagrosamente están vivos, aunque su rescate desde las entrañas de un cerro durará meses.

23 de agosto de 2010

Chile.- Tras la histórica jornada del domingo, cuando los propios mineros sorprendieron al enviar pruebas de vida adjuntas en una sonda que llegó al fondo del yacimiento, autoridades definían el plan para sacarlos con vida tras ser reforzado el pozo que sirve como especie de cordón umbilical con los hombres.

"El trabajo ha sido lento, pero se ha asegurado en detalle, codeando cada uno de los eventos que pudiesen ocurrir para no perder esta conexión", dijo el ministro de Minería, Laurence Golborne, quien anunció que ya comenzó el suministro de alimentos.

"Ahora, vamos a proceder en los temas de nutrición, toma de contacto, etc. y para ello están trabajando con nosotros médicos especialistas", agregó.

La idea es que tubos de plásticos mecanizados, llamados "palomas", bajen glucosa y agua mineralizada por el ducto hasta 700 metros de profundidad, lo que especialistas han calculado demora cerca de una hora en uno de los mayores rescate mineros en la historia de Chile y a nivel global.

En las afueras de la accidentada pequeña mina de oro y cobre San José, en el campamento bautizado "Esperanza", familiares disfrutaron por primera vez de un desayuno más relajado tras 17 días de angustia, aunque ahora comienza a surgir la ansiedad de un pronto rescate.

"Quiero que salgan pronto para que podamos celebrar a lo grande. Aquí las esperanzas nunca murieron y ahora sólo nos toca esperar un poco más", dijo Arnoldo Plaza, quien tiene a su primo en el interior de la mina.

La perforación que realizan otras tres máquinas de sondaje fue detenida la mañana del lunes, a pocos metros de llegar al refugio, aunque está previsto que las faenas sean retomadas próximamente para establecer un canal de comunicación -a través de un teléfono-, uno de ventilación y otro de alimentos.

Una cámara de video que bajó el domingo a casi 700 metros de profundidad comprobó que los trabajadores estaban con el torso desnudo, con casco y muy alegres, con una visible buena condición de salud, pese a que permanecieron incomunicados durante 17 días tras el derrumbe en la zona media de la mina.

Hasta el mediodía no se había producido otro contacto visual con los mineros, aunque en las próximas horas estaba previsto retomar la comunicación.

Según especialistas, los mineros atrapados habrían perdido entre unos 5 a 7 kilos, pero no estarían deshidratados ya que contarían con agua proveniente de las mismas perforaciones que hacen las máquinas de sondaje.

Los trabajadores atrapados pertenecen a la pequeña mina de cobre y oro San José, ubicada en pleno desierto de Atacama y a unos 800 kilómetros al norte de la capital chilena.

Chile es el mayor productor de cobre del mundo y, aunque este accidente ocurrió en una pequeña mina, ya se instaló el debate sobre la seguridad de las faenas mineras y de otras ramas productivas, en un país que espera crecer a una tasa de 6% en promedio en los próximos cuatro años.

Perú, que también tiene una fuerte tradición minera, expresó a Chile su alegría por la ubicación con vida de los 33 mineros. El presidente peruano, Alan García, se comunicó con su homólogo chileno, Sebastián Piñera, para felicitarle por el trabajo realizado.

REUTERS