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Shell rechaza orden del Gobierno argentino de bajar precios

La petrolera anglo-holandesa Shell acudió a la Justicia en contra de una medida del Gobierno argentino por la que se le ordenó bajar los precios de los combustibles al nivel del 31 de julio pasado.

20 de agosto de 2010

Buenos Aires.- La compañía expresó en un comunicado que presentó una medida cautelar ante la Justicia para suspender la orden dictada el pasado miércoles 18 de agosto por la Secretaría de Comercio Interior, dependencia ante la cual presentó además un recurso administrativo en contra de la resolución oficial.

Según la empresa, la medida es ilegítima y "contraviene el ordenamiento legal vigente en el sector".

La medida, basada en la Ley de Abastecimiento, que permite regular los precios, ordena retrotraer los precios a todas las comercializadoras y afecta mayormente a Shell debido a que es la única petrolera que aplicó ajustes de sus tarifas en agosto.

Los otros afectados son estaciones de gasolina independientes de las petroleras que también han aumentado sus precios en lo que va de este mes.

Entre enero y julio pasado, los precios de los combustibles registraron aumentos del 20 al 30 por ciento, por lo que la semana pasada la Secretaría de Comercio anunció la aplicación de la normativa que fue oficializada hoy para frenar las subidas.

Las gasolinas cuestan en Argentina entre US0,95 y US$1,10  por litro, según los casos, con lo que este país es uno de los que tienen los más bajos precios de los combustibles junto con Venezuela, México y E.U., según fuentes del mercado local.

Shell aplicó sus últimos ajustes, que oscilaron entre el 0,2% y el 1,8%, el 2 de agosto, mientras que sus competidoras, YPF, filial del grupo hispano argentino Repsol YPF, la estadounidense Esso y la brasileña Petrobras, lo habían hecho en julio.

La Ley de Abastecimiento, promulgada en 1974 y actualizada por decreto en 2002, establece sanciones a las empresas que no suministren en forma normal la provisión de un producto e incluso contempla penas de prisión para quienes vayan contra sus disposiciones.

Shell mantiene una tensa relación con las autoridades argentinas desde 2006, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner llamó públicamente a un boicot popular contra la petrolera, a la que acusó de aumentar sus precios en forma injustificada.
 
EFE