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Sensibilidades traban avance de TLCs en Congreso

El comentario del presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes es un indicio de que Colombia, Perú, Panamá y Corea del Sur tendrán que seguir esperando la conclusión de esas negociaciones.

24 de abril de 2007

Washington.- Las negociaciones entre demócratas y republicanos para establecer patrones laborales en los acuerdos comerciales están trabadas debido a que entre los negociadores "existe confusión" sobre temas sensibles, declaró el congresista Charles Rangel.

Rangel dijo que no sabía si los negociadores, que están buscando un entendimiento desde enero, cerrarían un trato el fin de semana como lo han indicado versiones circuladas en medios legislativos. Rangel y otros miembros del Partido Demócrata, que llegaron al control total del Congreso en noviembre después de 12 años, han dicho que no se trata de fijar un patrón de acuerdos comerciales al estilo demócrata sino una política comercial nacional.

"Queremos una política de comercio que responda al interés de todos los estadounidenses", dijo Rangel el lunes por la noche en una conferencia en el Peterson Institute, un grupo de análisis económico de Washington. "Desafortunadamente, la confusión está en la sensibilidad del lenguaje".

Los demócratas desean insertar en los tratados provisiones laborales acordes con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y su posición es coincidente con un viejo reclamo de uno de sus principales pilares electorales: los sindicatos estadounidenses, con la federación AFL-CIO a la cabeza. Pero, los empresarios, que consideran a los republicanos como mejores promotores de la actividad empresarial, están temerosos de que el sistema laboral de Estados Unidos pudiera quedar sujeto a "modelos extranjeros... con los cuales no podemos estar de acuerdo", ha dicho la Asociación Nacional de Manufactureros (NAM).

NAM alega que ampararse en la OIT para delinear una política comercial significaría para Estados Unidos una cesión de soberanía. Ese tipo de alegato ha llevado históricamente a la nación a mantenerse al margen de muchas convenciones internacionales, incluyendo las de derechos humanos de la Organización de los Estados Americanos.

El presidente Alan García, de visita en Washington para adelantar gestiones, por segunda vez en medio año, en favor del acuerdo peruano tiene su propia interpretación. Luego de una ronda de contactos en el Congreso dijo que la falta de entendimiento entre demócratas y republicanos implica connotaciones jurídicas internas para Estados Unidos.

Según García, si los principios de la OIT se insertasen en los acuerdos internacionales que firme Estados Unidos, el país les daría un reconocimiento de facto convirtiéndolos en "ley para Estados Unidos, a lo cual se oponen los republicanos". "Entonces, una discusión sobre un tratado comercial se ha vuelto una discusión de una especie de ley general del trabajo dentro de Estados Unidos", agregó.

La declaración de la OIT de 1998 cubre cuatro áreas básicas: libertad de asociación y derecho a la negociación colectiva; eliminación del trabajo forzado y obligatorio; abolición del trabajo infantil y eliminación de la discriminación en el centro laboral.

Rangel, miembro del Congreso desde hace 36 años, repitió en su conferencia el lunes lo que le dijo a NAM: Estados Unidos ha firmado la declaración de la OIT pero no sus convenciones y no veía inconveniente en cumplir algo que ya ha aceptado. "Lo que pedimos es simplemente que los futuros acuerdos comerciales incluyan los principios de la declaración", dijo. "No estamos buscando poner trabas e incorporar las convenciones de la OIT. Esta es una diferencia crucial".

 

 

AP