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Sarkozy confía en la intervención del BCE para calmar la presión a la deuda

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmó que confía en que el Banco Central Europeo (BCE) decida con qué fuerza interviene y espera que con su acción en favor del crecimiento económico ayude a calmar "los temores infundados" sobre las deudas soberanas.

12 de diciembre de 2011

Sarkozy, en una entrevista publicada hoy por "Le Monde", señaló que espera que "la acción del BCE en apoyo del crecimiento económico contribuya también a calmar los temores infundados sobre las deudas de los Estados".

"Confío en el BCE para que en el futuro decida sobre la fuerza de su intervención", añadió después de haber recordado la regla que él y la canciller alemana, Angela Merkel, se impusieron a finales de noviembre de no comentar la acción del organismo emisor europeo.

No obstante, no se privó de felicitarse de que el BCE anunciara que dará liquidez para evitar que se cierre el grifo, que podría afectar a "miles de empresas cuya actividad se obstaculizaría dramáticamente".

Sarkozy se mostró convencido de que el compromiso del Consejo Europeo de Bruselas del pasado viernes "crea las condiciones de la recuperación y de la salida de la crisis".

Pero puntualizó que eso no basta y que habrá que abordar la cuestión de la competitividad europea y de las condiciones para un crecimiento económico sostenido, lo que a su juicio pasa por discutir con los socios de la eurozona sobre política industrial y comercial, sobre el mercado de trabajo o la investigación.

"La política comercial -dijo- es el ejemplo mismo de lo que hay que cambiar" porque "no puede seguir durando" la situación actual en que se permite la importación de productos en Europa que no están sometidos a las mismas reglas y restricciones que se imponen a los productores europeos.

"La reciprocidad debe volver a ser la regla. La competencia sólo puede ser leal y si es desleal, habrá que sacar las consecuencias en la apertura de nuestros mercados", señaló.

El presidente francés justificó el montaje del Mecanismo Europeo de Solidaridad (MES), cuya entrada en funcionamiento se adelantará a julio de 2012 próximo, un año antes de lo previsto, y con un mecanismo de toma de decisiones que no requerirá unanimidad, sino una mayoría cualificada del 85 %.

"Eso evitará que una pequeña minoría pueda bloquear a los demás si quieren avanzar", señaló.

España había pretendido que la minoría de bloqueo bajara del 15 % de la propuesta franco-alemana al 10 % para poder oponerse sin más apoyos a decisiones que no le convengan, pero su reclamación no fue considerada, con lo que Francia, Alemania e Italia son los únicos países con capacidad para hacerlo solos. EFE