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Renunció ministro de Economía argentino, arquitecto de los impuestos al los granos

25 de abril de 2008

BUENOS AIRES  - El ministro de Economía de Argentina, Martín Lousteau, renunció el jueves por la noche, dijeron fuentes oficiales, en una decisión que sacude al Gobierno de la presidenta Cristina Fernández, que lleva menos de cinco meses en el cargo.

La presidenta enfrenta desde el mes pasado su primera crisis política por un enfrentamiento con el sector agrario que aún no se resuelve, mientras que mantuvo roces con Estados Unidos por una investigación judicial, con las petroleras que operan en el país, y con el grupo editorial Clarín .

Las mismas fuentes del Gobierno agregaron que el nuevo ministro de Economía será Carlos Fernández, que hasta el momento conducía el ente recaudador de impuestos y es un hombre cercano al jefe de Gabinete, Alberto Fernández. La agencia de noticias estatal Télam también confirmó la información.

Lousteau "presentó la renuncia," dijo una de las fuentes.

El joven economista había sido el arquitecto de un sistema de impuestos móviles a las exportaciones de granos, anunciado el mes pasado y que desató una fuerte protesta de los productores rurales.

Tras el anuncio, el sector agropecuario inició una huelga comercial de tres semanas en rechazo a la medida que provocó el desabastecimiento de alimentos básicos.

Tras la suspensión de la medida el 2 de abril, el Gobierno y los productores iniciaron un período de diálogo para lograr un acuerdo, pero las negociaciones están trabadas y Lousteau ya no participaba de las discusiones.

"Hace falta cambio de política más que cambio de persona," dijo a un canal de televisión Mario Llambías, titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), tras conocer la noticia de la renuncia del ministro .

Lousteau, uno de los pocos ministros del gabinete que Cristina Fernández no heredó del gobierno de su esposo, Néstor Kirchner, estaba enfrentado con el principal promotor de una nueva metodología de medición de la inflación, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, lo que generó conflictos dentro del Gabinete.

Moreno es un poderoso funcionario, impulsor de la polémica política de control de precios que instrumentó Argentina para frenar la inflación.

La inflación sigue siendo el mayor desafío del Gobierno. Si bien las cifras oficiales indican que se mantiene en un nivel inferior al 9 por ciento anual, analistas y consumidores aseguran que triplica esa cifra y acusan al ente de estadísticas de manipular las cifras.

Según medios locales, Lousteau también había presentado un plan para desacelerar la economía, que crece desde el 2003 a tasas superiores al 8 por ciento anual.

La idea fue duramente rechazada por el presidente Kirchner -con gran influencia sobre el gobierno de su esposa- en un discurso el jueves.

Una de las más influyentes líderes de la oposición, Elisa Carrió, dijo en la madrugada del viernes que el recambio de funcionarios "significa la intervención directa de Kirchner en el Ministerio de Economía, un aval tremendo a Moreno (...) es una muy mala noticia para el pueblo."

(Reuters)