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Recesión en México expone riesgos de sus lazos con EE.UU.

El tropezón económico de México, uno de los peores en su historia, ha expuesto los peligros de la estrategia que liga el destino del país a los caprichos de los consumidores de Estados Unidos.

4 de agosto de 2009

MEXICO DF  - Cuando las cosas pintan bien, la cercanía de México con Estados Unidos tiene sus beneficios, incluso cuando éstos no lleguen a los niveles de crecimiento espectacular prometidos por los impulsores del libre comercio.

Aun así, la recesión estadounidense ha dejado a México desaliñado. La economía mexicana está por caer al menos un 6.5 % este año, su contracción más severa desde la Gran Depresión y una de las mayores en toda América Latina.

La debilidad es fácil de ver no sólo en la dependencia de México de su vecino del norte, sino también en la incapacidad del país para invertir en la educación y en la infraestructura que se requiere para lograr un progreso económico más amplio.

"Tener a Estados Unidos como el único mercado fue un error", dijo Rogelio Ramírez de la O, economista en jefe de la firma Ecanal. "Pero aún peor fue no perseguir propiamente una estrategia industrial", agregó.

Eso, argumenta Ramírez de la O, pudo haber significado tener un acercamiento más cauteloso a los acuerdos de libre comercio, como el TLCAN de América del Norte, y canalizar más recursos a la manufactura de valor agregado, que pudo haber tenido un efecto benéfico en empleos de mejor calidad.

Esto aún se puede lograr, según el economista, analizando las oportunidades que dejó la crisis para renegociar algunos capítulos del TLCAN, particularmente en temas de agricultura.

"Eso nos dará una gran oportunidad de alivio", dijo.

Adicionalmente, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) recomienda que el Gobierno se aleje de lo que considera políticas "regresivas" de estímulo y utilice sus facultades fiscales para crear empleos directamente.

"Mudar ese estímulo hacia el apoyo del empleo y el ingreso podría reforzar su impacto en la demanda y proteger a los trabajadores de caer en la pobreza", dijo el economista de la OCDE, Piritta Sorsa.

Analistas aseguran que el dar mayor énfasis a la educación y el empleo ha traído grandes beneficios a las mayores economías de Asia como Corea del Sur, China e India, cuyas tasas de expansión han superado por mucho a las vistas en América Latina.

"Si todo estuviera bien, México debería estar creciendo a tasas más altas, pero eso jamás ha ocurrido", dijo Peter Hakim, presidente del Diálogo Inter-Americano en Washington. "Y en las peores situaciones, México realmente muestra sus debilidades", agregó.

ESTRUENDO EN MEXICO

De hecho, el crecimiento explosivo ha eludido a México pese al TLCAN, incluso cuando Chile y Brasil, que dependen menos de las exportaciones a Estados Unidos, se han expandido rápidamente.

La tasa de crecimiento de México en los últimos 10 años no ha podido rebasar siquiera la débil expansión estadounidense del 1.8 %.

Pese a todo, los mexicanos sintieron que habían enganchado su cometa a una estrella naciente hasta que el astro comenzó a caer en el 2007, cuando los precios de la casas en Estados Unidos se desplomaron en forma acelerada y generaron la peor crisis financiera en la era moderna.

El estruendo se escuchó en todo México.

"Cuando la economía se hunde entre 6 y 7 %, la placa tectónica comienza a retumbar", dijo John Bailey, profesor en la Universidad de Georgetown y un experto sobre México.

Un sondeo realizado en febrero por la firma Parametría mostró que casi la mitad de los mexicanos culpaban de la crisis a Estados Unidos.

"Estamos atados por la cintura", dijo Pompeyo Salmorán, un abogado de la Ciudad de México. "Sería mejor si tuviéramos destinos alternos para nuestras exportaciones", agregó.

En vez de ello, el destino del crecimiento económico de México yace en la posibilidad de que los consumidores de Estados Unidos puedan comprar productos hechos en México, como autos o televisores.

Muchos analistas han resaltado que la clase política del país ha perdido varias oportunidades de realizar reformas clave en el sector energía y en materia fiscal, que están dejando al Gobierno sin el dinero suficiente para atender asuntos como la educación.

"Podríamos hacer más para fortalecer nuestra economía y prepararla para los choques externos, pero eso no significa que tenemos que alejarnos" de Estados Unidos, dijo Jaime Zabludovsky, uno de los negociadores del TLCAN.

"No puedes luchar contra la geografía", agregó.

 



(Reuters)