Home

Noticias

Artículo

Rebrotan tensiones entre Colombia y Venezuela

12 de mayo de 2008

Bogotá.- Mientras el gobierno del presidente Alvaro Uribe mantenía silencio el lunes ante duras réplicas de su colega venezolano Hugo Chávez, por supuestas relaciones de Caracas con las FARC, dirigentes de partidos y analistas colombianos advirtieron el lunes que la renovada tensión dificulta normalizar las relaciones y también superar la crisis política interna en este país.

"Estamos muy preocupados porque el presidente Chávez vuelva a acoger la línea de atacar a Colombia porque eso significa que se despierta un nacionalismo interno que fortalece al presidente Uribe y que le ayuda de alguna manera a pasar más fácilmente la crisis interna", dijo en diálogo telefónico el senador Héctor Elí Rojas.

"Nosotros los de la oposición vemos disminuidas nuestras posibilidades de cuestionar a Uribe en esta crisis porque el pueblo se exacerba en su nacionalismo dándole un respaldo incondicional a Uribe", aseguró Rojas, jefe de la bancada del opositor Partido Liberal en la cámara alta.

La situación diplomática "es muy tensa, las declaraciones del presidente Chávez ayer en 'Aló, Presidente' fueron muy fuertes, cosa que no habíamos tenido hace mucho tiempo...Ultimamente tenemos con Venezuela la situación de zig zag", dijo telefónicamente la ex canciller María Emma Mejía.

León Valencia, analista político y de la organización no gubernamental Fundación Arco Iris, destacó que tanto en Bogotá como en Caracas parecen echar mano del argumento nacionalista porque genera puntos de popularidad a los jefes de estado, que evitan así críticas internas.

"La estrategia de ambos lados es confundir...cada vez que bajan un puntico (en las encuestas) arman un terrero (una polvareda)", dijo Valencia en diálogo telefónico, destacando que si bien documentos de las FARC revelados por las autoridades "tienen mucho de verdad", determinar ciento por ciento que "tanto de verdad, que tanto de mentira es su contenido, es muy difícil de decir".

A los más recientes coletazos de los escándalos de nexos de congresistas con líderes paramilitares, ahora encarcelados, y la investigación de presuntos sobornos políticos en la votación en 2004 del proyecto de ley que permitió la reelección de Uribe, se conjugó el fin de semana un rebrote de tensiones con Caracas por supuestos lazos del gobierno de Chávez con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Documentos dados a conocer en los últimos días --y que el gobierno colombiano dice son parte de lo recuperado de la computadora portátil de un fallecido jefe guerrillero-- indicarían que Chávez ha tratado de financiar y dotar de armas a los rebeldes.

En su programa televisivo dominical "Aló, Presidente", Chávez calificó de "ridiculez" creer que su gobierno apoye grupos terroristas, como Bogotá, Estados Unidos y la Unión Europea califican a las FARC.

"Reto al gobierno de Colombia a que presente una sola prueba", dijo Chávez, calificando al gobierno de Bogotá como uno "asesino, narco-paramilitar".

Ni la cancillería colombiana ni Uribe ha respondido las recientes declaraciones de Caracas, que retiró a su embajador en Bogotá y anunció el envío de tropas a la frontera en marzo en solidaridad con su aliado Ecuador, a raíz del bombardeo militar colombiano el 1 de marzo a un campamento de las FARC en suelo ecuatoriano, cercano a la frontera, y en el que murió Raúl Reyes, un jefe de las FARC, de cuyo tres computadores y memorias externas las autoridades colombianas dicen haber extraído los informes sobre los supuestos lazos con Chávez, entre otros informes.

Esas tensiones diplomáticas amainaron el 7 de marzo, con la restitución de embajadores, tras una cumbre de presidentes de la región en República Dominicana. Desde entonces Chávez y Uribe separadamente dijeron que buscaban normalizar las relaciones, ahora nuevamente enturbiadas por las revelaciones sobre los documentos, más de una decena de mensajes internos de los rebeldes.

 

 

AP