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Radicado el TLC en el Congreso

El ministro de Comercio, Industria y Turismo, Jorge Humberto Botero, radicó en la Secretaría General del Senado de la República, el proyecto de ley que contiene el Tratado de Libre Comercio negociado entre Colombia y Estados Unidos.

30 de noviembre de 2006

Una vez concluida la etapa de la firma, efectuada el pasado 22 de noviembre, la de construcción del Tratado, a partir de hoy se abre una nueva etapa: la de su aprobación por el Congreso.

El ministro Botero, afirmó que “está convencido de haber logrado un texto que recoge de manera equilibrada los intereses de nuestros dos Pueblos; confiamos en que ese sea el resultado de las discusiones que se realizarán en el Congreso”.

Igualmente, indicó que a partir de este momento se aplicará toda una estrategia para trabajar con las distintas bancadas parlamentarias, atender la discusión en comisiones y plenarias e ir a todos los escenarios en los que podamos explicar el Acuerdo y los beneficios para los colombianos, que se derivan de su entrada en vigencia.

Asimismo, destacó que durante la negociación todas las voces fueron escuchadas, especialmente la del Congreso, a quien corresponde la representación suprema de los intereses de la Nación, en innumerables debates; las de las regiones, que recogen la rica diversidad productiva y cultural de esta Patria nuestra; las de sectores importantes de la sociedad colombiana, tales como grupos étnicos, la Iglesia, los trabajadores de la cultura, los guardianes del medio ambiente y los académicos de la salud, las cuales sin duda servirán para el proceso de discusión.

Dentro de la exposición de motivos que contiene el proyecto de ley se destaca: el propósito de la ley y la estrategia de desarrollo de Colombia; la importancia de la negociación con Estados Unidos; justificaciones económicas de la negociación; temporalidad de las preferencias unilaterales; el reto de los competidores; la estrategia de Colombia en la economía globalizada; el TLC con Estados Unidos respecto a los fines constitucionales del Estado Social de Derecho; el TLC y la CAN; los condicionamientos de la Decisión Andina 598 de 2004; transparencia y participación de la sociedad civil y el sector privado en el proceso de negociación; condiciones para la maximización de las oportunidades del TLC; la calidad de la política macroeconómica; desarrollo de la agenda interna; efectos esperados; ejercicios de impacto; experiencias de otros países; y contenido del TLC con Estados Unidos.

Posteriormente, y si es debidamente aprobado por las dos cámaras legislativas, el texto pasará a la revisión de la Corte Constitucional. Surtido este último requisito, el TLC pasará a sanción presidencial para su entrada en vigencia.

Con la firma del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Colombia se marca un hito dentro de una política rigurosa, seria y consistente para internacionalizar nuestra economía, proceso que nos abrirá las puertas a los mercados de muchos otros países más avanzados que el nuestro.

Finalmente, Botero afirmó que “el TLC es un medio, no un fin. El reto para el país es aprovechar todas sus oportunidades como herramienta de su desarrollo y de mayor bienestar y posibilidades de trabajo e ingreso para los colombianos. Por lo tanto, la preocupación de ahora en adelante debe centrarse en la agenda interna de competitividad, que recogerá el Plan Nacional de Desarrollo”.