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Profundidad del Atlántico obstaculiza búsqueda de cajas negras

Las grabadoras del vuelo 447 de Air France podrían estar dispersas en algún lugar de una vasta cordillera submarina a más de seis kilómetros (cuatro millas) debajo de la superficie del Océano Atlántico.

3 de junio de 2009

BRUSELAS —  En esas remotas aguas entre las costas de Brasil y Africa Occidental, las variaciones de temperatura y salinidad pueden reducir la visibilidad y entorpecer la detección de señales que emiten los artefactos. Y las cuadrillas de rescate están en una carrera contra el tiempo porque las "cajas negras" sólo emitirán señales por un mes.

Los aviones y buques de rescate hallaron más escombros del Airbus A330 el miércoles, pero el mar picado y los fuertes vientos retrasaron la llegada de los sumergibles de aguas profundas que podrían ser usados para detectar restos en el lecho marino.

El director de la agencia de investigación de accidentes de Francia, Paul-Louis Arslanian, destacó que "no se sentía optimista" de que se logre recuperar la información sobre el vuelo y la grabación de las voces de cabina del avión, que desapareció el domingo por la noche minutos después de haberse introducido en una peligrosa serie de tormentas. La causa del accidente sigue siendo un misterio.

La profundidad del mar en el área llega a los 6.995 metros (22.950 pies), lo cual podría hacer imposible el uso de sumergibles tripulados. Y sólo quedaría la posiblidad de usar vehículos operados por control remoto que no tendrían problemas con la inmensa presión del agua.

"Aún con equipos a control remoto es difícil operar en esa profundidad, pero sigue siendo la mejor opción", indicó Tor Norstegard, de la junta de investigación de accidentes de aviación de Noruega, y experto en rescate de escombros en el Mar del Norte.

Las grabadoras de vuelo a bordo de las aeronaves no son flotantes y la mayoría de agencias de seguridad no obligan a que lo sean, pero muchos expertos han pedido que se produzcan cambios. Los aviones de transporte militar cuentan con una grabadora secundaria separable, encima del fuselaje, diseñada para flotar.

Las cajas de grabaciones llevan guías instaladas con el fin de emitir continuas señales "agudas" durante un mes. Eso por lo general permite un amplio período de tiempo para localizarlas y recogerlas.

Las guías tienen un alcance de unos seis kilómetros (3,7 millas) de distancia, lo cual significa que las naves de rescate tendrán que desplegar un artefacto para su detección al menos un kilómetro por debajo de la superficie a fin de detectarlas.

 

 

 

(AP)