Presión para que haya soluciones financieras. La economía mundial tiembla.

NUEVA YORK/LONDRES  - El impacto de la crisis crediticia global se expandía el jueves, amenazando a industrias y empleos en todo el mundo y presionando para que el Congreso de Estados Unidos termine de aprobar un plan de 700.000 millones de dólares para resolver el caos financiero.

El destino del controversial plan de rescate, que fue aprobado por el Senado estadounidense el miércoles en la noche, con 74 votos a favor y 25 en contra, ahora depende de la Cámara de Representantes, que tiene previsto someterlo a votación el viernes.

La Cámara de Representantes conmocionó esta semana a los mercados mundiales cuando rechazó sorpresivamente una versión inicial del plan de rescate, que el presidente George W. Bush calificó como "esencial para la seguridad financiera de cada uno de los estadounidenses".

El Banco Central Europeo dejó estable su tasa de interés de referencia, pero discutió la posibilidad de un recorte dado que la turbulencia financiera y un menor crecimiento económico disminuyeron el riesgo inflacionario, lo que fue tomado por los mercados como signo de posibles recortes futuros.

La crisis se ha propagado fuera de las costas estadounidenses y ha pasado la frontera del sector financiero. Grandes automotrices como General Motors Corp. y Ford Motor Co. advirtieron duros tiempos en medio de temores a que una menor demanda provoque recortes de producción y empleos.

"Los problemas por la crisis de las hipotecas de alto riesgo y del crédito están ahora por todo el mundo", dijo Alan Mulally, presidente ejecutivo de Ford Motor Co. "La caída es más larga y profunda de lo que habíamos previsto hace un año", agregó.

Cifras en Estados Unidos revelaron un declive en la producción manufacturera y una caída en las ventas de autos, un signo de la creciente resistencia de los bancos a dar créditos a negocios o individuos.

Por otra parte, el número de trabajadores estadounidenses que solicitó nuevos subsidios por desempleo aumentó a un récord en siete años, según datos divulgados el jueves para la semana terminada el 27 de septiembre.

Los precios del petróleo retrocedían 3 dólares por barril ante expectativas de una desaceleración de la actividad económica alrededor del mundo, mientras que los principales índices de acciones estadounidenses caían más del 1 por ciento y el dólar escalaba a un máximo de un año frente al euro.

ENTRE TEMORES

En una semana marcada por rescates bancarios alrededor de Europa, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, será anfitrión el sábado de una reunión de líderes de Gran Bretaña, Italia, Alemania y el Banco Central Europeo para discutir la respuesta del Viejo Continente a la crisis financiera.

Sin embargo, Sarkozy desmintió reportes sobre que estudiaba un plan de 300.000 millones de euros (415.000 millones de dólares) similar al rescate en Estados Unidos.

La Comisión Europea celebró el voto del Senado por considerar que va en la dirección correcta. "Esperamos que se tomen otros pasos", dijo José Manuel Barroso, presidente de la Comisión.

Participantes del mercado se mantuvieron cautelosos sobre la discusión del plan de rescate en la Cámara de Representantes. Algunos advirtieron que el paquete no es una cura total.

"Incluso si la ley es aprobada los temores sobre el panorama económico global continúan, por lo que los mercados financieros posiblemente no se estabilicen", dijo Masamichi Adachi, economista de JPMorgan Securities en Japón.

"Este es un mundo completamente diferente ahora. Todas las cosas que las autoridades estadounidenses están haciendo ahora apuntan simplemente a prevenir una confusión global. Podrían disparar una recuperación corta en los mercados pero no ofrecerán una solución fundamental", agregó el economista.

El paquete ha despertado feroces críticas de parte de aquellos que lo ven como una ayuda a una Wall Street culpable de tomar riesgos insensatos en búsqueda de un beneficio de corto plazo.

Bajo el acuerdo, el Tesoro asumirá activos no líquidos en poder de bancos, con la esperanza de devolver la confianza y descongelar los vitales mercados de crédito para la economía.

Las acciones en Asia cayeron el jueves pese a la votación por medio de temores a una recesión.

El índice FTSEurofirst 300 de las principales acciones europeas pasó a terreno negativo, luego de que abrió en alza, pero influido por un dato adverso estadounidense en cuanto al sector manufacturero.

Las tasas de préstamos interbancarios, un indicador de la confianza general dentro del sistema bancario, seguían altas, reflejando la persistente incertidumbre pese a la votación en el Senado y a las grandes inyecciones de efectivo por parte de los bancos centrales.